Cuando Sadie y Jarvis Sampson se habían rendido con tener hijos, aceptaron cuidar el bebé de una mujer en terapia sin esperar que ella se los daría en adopción. Tras recibirlo en su casa, quisieron agrandar la familia acogiendo a dos gemelas, cumpliendo así su sueño de ser padres y amar a sus niños.

A lo largo de nuestra vida pensamos en todas las cosas que nos gustaría realizar y nos preparamos para cumplirlas, sin embargo las circunstancias no siempre nos acompañan y es cuando la inseguridad nos invade. Momentos que nos ponen a prueba para decidir si seguiremos luchando por nuestros sueños o renunciar a ellos.

Sea cual sea la elección ninguna es incorrecta, porque tarde o temprano la situación se pone a nuestro favor y todos los miedos desaparecen a medida que nos sentimos más felices con las sorpresas que nos trae la vida. Sadie y Jarvis Sampson son una pareja de Houston (Estados Unidos) que ha soñado por años convertirse en padres, y cuando todo parecía estar en su contra pudieron serlo.

Facebook: Sadie and Jarvis

Desde que se casaron en el 2018 habían estado luchando por tener a sus propios hijos, y en cuanto notaron que cada vez era más difícil buscaron alternativas para cumplir su sueño. Sadie hizo pruebas de ovulación, estuvo atenta a su ciclo y períodos fértiles, además de seguir consejos de amigos, pero nada resultaba.

Incluso los médicos le aconsejaron una operación para bajar de peso porque podría ayudarlos, aunque no fue más que una falsa esperanza. Se habían dado por vencidos cuando un amigo les preguntó si acogerían a un bebé que venía en camino de manera temporal, mientras la madre estaba en terapia, y pese a la inseguridad aceptaron.

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Y cuando menos se lo esperaban, el trabajador social que veía el caso les informó que la madre decidió darles el bebé en adopción, y aceptaron sin pensarlo dos veces. La emoción los invadió aunque trataron de mantener la calma por si la madre cambiaba de opinión, lo cual no pasó.

Recibieron al pequeño de forma prematura, y no importó que su color de piel fuera distinto al de ellos, solo valía el amor que tenían para entregarle. Le pusieron el nombre de Ezra Lee, y una vez que terminaron el trámite de adopción, pudieron decir que era oficialmente su hijo.

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Y él no iba a ser el único, querían una familia numerosa y gracias a la donación de embriones adoptaron a las gemelas Journee y Destinee, sus mayores alegrías junto a Ezra y viviendo siempre bajo su propio lema. “Las familias no tienen que coincidir”, es la idea que apoyan, según HrtWarming.

Adoptar es un gesto de amor, el ingrediente principal para formar una familia.

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