La niña keniana de 8 años había rasgado su vestido durante el recreo, por lo que Joyce Sempela Malit tuvo la iniciativa de arreglárselo, sobre todo porque la pequeña vive muy lejos de la escuela.
Si bien las redes sociales pueden significar para muchas personas un espacio para ‘perder el tiempo’ y que no nos aporta nada positivo, lo cierto es que nos permiten saber lo que ocurre al otro lado del mundo, al menos de una manera más fácil.
Con solo ver las noticias y los post de las páginas y usuarios, conocemos la realidad de personas que nunca hemos visto, pero que nos llegan al corazón cuando muestran el lado más puro de su ser, como lo es en el caso de las historias inspiradoras.
Muchas veces basta con compartir una sola imagen para contar una historia y dar una importante enseñanza, como lo ha sido el caso de una maestra de África que demostró tener vocación para serlo con un sencillo, pero tierno gesto con una alumna.
Se trata de la profesora Joyce Sempela Malit, quien conmovió a muchos usuarios en redes sociales.
Joyce ha trabajado como maestra por 34 años y actualmente ejerce en la Escuela Primaria Siyiapei en Narok, Kenia, donde se encontró con una alumna que tuvo problemas con su uniforme ya que se había roto.
Como contó la docente al medio local Tuko, el atuendo de la pequeña Shirleen Saiton Saipiri, de 8 años, se rasgó mientras jugaba en el recreo. Y en lugar de quedarse de brazos cruzados, optó por ayudarla.
Y el gesto no pudo ser más sencillo, de hecho Joyce estaba preparada para situaciones como estas, por lo que se puso a coser de inmediato la ropa de Shirleen en el aula.
“Decidí coserle el vestido; siempre llevo aguja e hilo, así que cerré la puerta y la cubrí con mi leso, luego comencé a remendar su vestido”, contó Joyce a Tuko, convirtiéndose así en un apoyo importante para la pequeña. Joyce sabía que la casa de Shirleen quedaba lejos, y no quería que se fuera con su uniforme roto.
De acuerdo al medio local, Shirleen vive con su abuela debido a que sus padres son nómadas, por lo que viven y trabajan en los sectores más internos del condado de Narok. De este modo, la niña decidió quedarse con su abuela para cumplir su sueño de estudiar e ir a la escuela, algo con lo que sus padres estuvieron de acuerdo.
De este modo la historia de Shirleen y Joyce no tardó en volverse viral gracias a distintos usuarios, entre ellos el filántropo Sammy Ondimu quien aseguró en Facebook que “Hasta ahora, su maestra ha recibido 7.000 chelines kenianos (51 dólares) de simpatizantes y algunos amigos se han ocupado de sus uniformes escolares completos”.
Y por supuesto que a Joyce no le han faltado los elogios como “Un ángel de la Tierra, eso es lo que ella es”, “Dios la bendiga”, “Gran trabajo, profesora”, “Esta es una verdadera maestra” y “Ella es un excelente ejemplo de profesora”, dijeron algunos.