“Cuando me vio probarme los vestidos, su cara lo decía todo…”.
¿Vestido o pantalón? Durante siglos estas dos prendas fueron el claro límite entre lo femenino y lo masculino, pero en la actualidad esos estereotipos están más difuminados que nunca y cada día importa menos: lo relevante es la persona, no su género ni los clichés que los han definido históricamente. Nathaniel Rodríguez de España tiene 17 años y su increíble historia se hizo viral por una simple razón: él y su madre rompieron las reglas.
Ambos fueron a comprar su traje de graduación y el escogido fue un vestido…
Si ya es extraño para muchos que un chico use ese accesorio, puede serlo aún más que su propia madre lo haya acompañado a hacerlo, ¿cierto?
Nathaniel le explicó al medio español BuzzFeed que su madre no estuvo de acuerdo al principio, pero luego aceptó:
“Al explicarle que no lo hacía por llamar la atención, sino para separar el concepto de que la ropa va asignada al sexo, o al género, no pudo negarse. Terminó de creérselo cuando me vio probarme los vestidos, su cara lo decía todo”.
La publicación que hizo en sus redes sociales no pasó desapercibida y recibió muchísimo apoyo por parte de otros usuarios. Sin embargo, no todo fue positivo: algunos realmente odiaron que usara la prenda (a mí todavía me sorprende la energía de los trolls para odiar tan profundamente algo que no les incumbe)…
A ella sí le gustó 🙂 .
Y ella también hizo algo parecido…
La decisión de este chico de usar vestido apoyado por su madre tuvo sus adeptos y fieles y también infaltables prejuiciosos.
Como sociedad aún nos falta educarnos mucho respecto al tema de la identificación de género y la sexualidad, pero sostengo que si no le haces daño a nadie con tu forma de ser, no hay por qué detenerse.