Ronnie y Donnie Galyon dejaron un legado de sonrisas, optimismo y determinación. “Nos divertimos mucho, tuvimos una muy buena vida”, afirmaban.
El objetivo principal de cualquier persona es llevar una vida feliz.
Sin embargo, hay veces que la vida misma nos pone obstáculos que parecen insuperables y que hacen que la tan ansiada felicidad sea sólo un sueño lejano, una quimera imposible.
Y bien algunas personas simplemente no pueden sobreponerse a los desafíos que les tocó vivir, existen otras que inspiran al vivir sus vidas al máximo y decir sin complicaciones que tuvieron una buena vida.

Ejemplo perfecto de esto es el caso de Ronnie y Donnie Gaylon, dos hermanos siameses que vivieron 68 años -los más longevos de la historia- unidos por el pecho y estómago y que, a pesar de todo, siempre insistieron que fueron verdaderamente felices.

Estos siameses murieron el pasad 4 de julio pero dejaron una lección de vida muy importante para todos los que conocieron su historia: siempre se puede llevar una vida plena.
Su historia no comenzó de buena manera. Si bien nacieron relativamente sanos, estos hermanos norteamericanos pasaron los primeros dos años de su vida en el hospital mientras los médicos luchaban por encontrar una manera de separarlos de manera segura.
Cuando se les dijo que no había garantía de que ambos niños sobrevivieran a la cirugía, su propia madre los desconoció y quedaron a cargo de su padre y su madrastra, quienes se esforzaron por darles una vida feliz.

A pesar de su condición complicada, estos 2 hermanos siempre impactaron con sus logros.
Contra todos los pronósticos, aprendieron a caminar a los 29 meses, turnándose para decidir quien caminaba de espaldas. Y a pesar de que no los dejaron ir a la escuela por “distraer a los demás estudiantes”, nunca dejaron de aprender y crecer como personas.
Ya más grandes, los hermanos, fusionados desde el esternón hasta la ingle con un conjunto de órganos digestivos inferiores, crecieron con su familia hasta que su padre Wesley decidió ingresarlos en el carnaval donde tuvieron una carrera lucrativa hasta que se retiraron en 1991.

“Ese era el único ingreso. Eran los que traían el pan a la mesa”, dijo su hermano menor Jim, quien nació cuando Donnie y Ronnie tenían 11 años.
Los gemelos se exhibieron en un remolque con aire acondicionado para la mayoría de sus carreras de carnaval. Se relajaron mirando televisión mientras los espectadores pagaban por mirar por la ventana para observar cómo conducían la vida cotidiana.
Ronnie y Donnie encontraron una comunidad entre los artistas y trabajadores del espectáculo secundario que dirigían los puestos de venta. Sus amigos incluyeron a Johann el gigante vikingo; El pequeño Pete, quien fue catalogado como el hombre más pequeño del mundo, y Margaret Pellegrini, una actriz que interpretó a un munchkin en El mago de Oz.

Aunque Donnie y Ronnie dominaron el arte del compromiso a lo largo de los años, no siempre fue fácil. Algunas peleas incluso se intensificaron a puñetazos, especialmente cuando eran adolescentes. A la edad de 14 años, un gemelo se rompió el pie después de patear un remolque en un ataque de ira.
Los golpes físicos se detuvieron cuando los hermanos comenzaron a tomar anticoagulantes y se dieron cuenta de que una pelea podría convertirse fácilmente en fatal, reportó el Daily Mail.

A pesar de todo, los hermanos siempre insistieron en que eran mejores amigos. Ambos compartieron un amor por la pesca, acampar, coleccionar tarjetas de béisbol, los Dallas Cowboys y los Cincinnati Reds.
Con varios logros bajos sus 4 brazos, como el record Guinnes de los siameses más longevos del mundo y el haber pagado por la educación de todos sus hermanos con sus ganancias como fenómenos de circo, estos mejores amigos murieron este 2020 dejando una lección de determinación, positividad y alegría.
