“Siempre he sido tranquila, e incluso aburrida para el sexo y nunca quise involucrarme, ni siquiera, en decir cosas sucias cuando tengo relaciones porque me siento una idiota haciéndolo”. dijo Tamara Flanagan.
Si alguna vez despertaste en mitad de la noche por un fuerte deseo sexual y, tuviste la suerte, de satisfacerlo, pero no te acuerdas de nada, déjame decirte que padeces de sexsomnio. Dentro de las cosas que pueden pasar con este trastorno están gemir en voz alta, masturbarse o tener relaciones sexuales con otra persona.
El termino fue acuñado en 2003 por el psiquiatra Colin Saphiro. El mayor problema es que, al despertar, no recuerdan nada lo que sucedió la noche anterior.
La culpa y la vergüenza son parte de los sentimientos que acompañan este mal.

Al no estar conscientes, este acto no es el que harían habitualmente cuando están despiertos.
“Siempre he sido tranquila, e incluso aburrida para el sexo y nunca quise involucrarme, ni siquiera, en decir cosas sucias cuando tengo relaciones porque me siento una idiota haciéndolo”. dijo Tamara Flanagan, una profesora a Broadly.
Algunos especialistas creen que este trastorno puede ayudar a resolver ciertos problemas de personalidad.

El 10 por ciento de la población sufre de algún tipo de sonambulismo. Un estudio por el Centro Regional de Desorden del Sueño comprobó que el 4 % de las mujeres tienen comportamientos sexuales cuando sufren desórdenes del sueño.
La Universidad de Stanford descubrió que las mujeres son menos propensas a iniciar un encuentro sexual sino “a la masturbación y a las vocalizaciones sexuales “.

Además de estos, el sexsonmio puede traer consigo pesadillas extremas y el síndrome de la pierna inquieta (patadas nocturnas).
Sin embargo, este mal tendría una cura a través de terapias de relajación y tratamientos para combatir la dificultad de respirar, junto con el consumo regulado de medicamentos.
