Por Valeria Urra
9 May, 2023

En un inicio, la mujer quería hacer sufrir a su esposo por su fatal error y a pesar de seguir amándolo, también sentía ira y odio hacia él. Aunque fue un proceso difícil y largo, aprendió a perdonarlo.

Lindsey Rogers-Seitz es una valiente mujer que sufrió una de las peores tragedias que alguien puede experimentar: la pérdida de un hijo. Todo ocurrió en julio de 2014, cuando su esposo, Kylie, olvidó llevar a su bebé de tan solo quince meses a la guardería.

De esta forma, lo dejó en el auto durante todo el día en una calurosa jornada de verano, donde las temperaturas llegaron hasta los 30 grados a la sombra, lo que aumenta significativamente dentro de un vehículo. Desafortunadamente, Ben falleció debido a las altas temperaturas.

Lindsey Rogers-Seitz

El hombre no se dio cuenta de esto hasta que llegó a la guardería a buscar al pequeño y le dijeron que ese día no lo habían llevado. Enseguida se dio cuenta de que su hijo seguía amarrado en la silla dentro del auto. Corrió hacia él e intentó desesperadamente sacudirlo para que cobrara conciencia, pero ya era muy tarde… Ben había partido hace horas

Lindsey no sabía nada hasta el momento y preparaba tranquilamente la cena en casa. De hecho, le había escrito a su esposo para preguntarle si quería comer tacos. Sin embargo, todo cambió cuando la llamaron desde la guardería para alertarla sobre la ausencia de su hijo.

Lindsey Rogers-Seitz

“Mi mente comenzó a latir. Empecé a pensar en todos los veranos cuando los niños se olvidan en autos calientes. Conduje hasta la estación de policía y tuve un ataque de ansiedad en el estacionamiento”, comentó en su libro “El regalo de Ben: Amar a través de la imperfección” .

Ahí cuenta cómo la llevaron hasta el hospital, pero antes de llegar ya intuía qué había ocurrido con su bebé. En el lugar fue conducida hasta una habitación y le dijeron: “No lo logró”. En un principio estaba en estado de shock y no podía creer lo que había sucedido.

Lindsey Rogers-Seitz

Pero poco a poco la realidad se hizo evidente y su dolor insoportable. Lindsey quería hacer sufrir a su esposo por su fatal error y no tenía intenciones de “salvarlo” de la culpa y la vergüenza que sentía. A pesar de seguir amándolo, también sentía ira y odio hacia él.

Sin embargo, Lindsey aprendió a perdonarlo por lo que sucedió, aunque fue un proceso difícil y largo. A través de su experiencia, ha aprendido que el perdón no es algo que sucede de la noche a la mañana, sino que es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo.

Lindsey Rogers-Seitz

Lindsey ha utilizado su dolor y su experiencia para ayudar a otros que han pasado por situaciones similares, y ha hablado públicamente sobre su experiencia. A pesar del dolor inimaginable que ha sufrido, ha encontrado una forma de seguir adelante y honrar la memoria de su hijo.

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