Un barbero pasó por el semáforo y decidió mostrarle a este joven toda la belleza que había en él. No solo mejoró su apariencia, ahora mejorará su vida.
Dicen que cuando tocamos fondo, no queda otra opción que subir, algo cierto aunque en ocasiones es necesario que alguien nos dé una mano. Y es que en la oscuridad, es difícil ver la luz si alguien no te la muestra, una suerte que tuvo un hombre de Sao Paulo, Brasil, cuando un peluquero mejoró su look.
Ese hombre es Bruno Henrique Cassimiro Ramos, quien vivía en las calles y pedía dinero para comprar los alimentos cada día, por supuesto, en esas condiciones cuidar de verse bien no era algo que le importaba mucho.
Por suerte, un día mientras pedía pasó a su lado el estilista Leandro Matias, quien decidió que podía hacer algo por él, algo que cambiaria su vida para siempre. “Estaba pasando por un banco de la ciudad y vi a un joven en el semáforo. Pronto pensé en cómo podía ayudarlo. Llamé al hombre y le di mi tarjeta de salón, le dije que me buscara y le cambiaría el look”, contó sobre su primer encuentro a Opovo.
Lamentablemente, Bruno estaba algo desconfiado y no se apareció por el local, no estaba preparado para realizarse el cambio de look que le habían ofrecido y fue visto de nuevo en el semáforo de siempre.
Así que el peluquero decidió ser más agresivo, lo buscó en la casa abandonada a donde vivía y lo llevó al salón de belleza donde él trabajaba.
“El pasado jueves por la mañana, fui allí y lo llevé al salón. Le di una toalla y jabón y le dije ‘ve allí y date el baño de tu vida’. Luego se puso mi bata y almorzó. Luego resalté su cabello, lo corté, exfolié su rostro y también hice sus cejas. En ese momento estaba en shock, no creía que fuera él”.
–Leandro Matias dijo según Razoes para Acreditar–
Lo cierto, es que esto cambió la vida del hombre que vivía en las calles de Sao Paulo, pues al verse en el espejo supo que esa era la persona que él deseaba ser siempre. “Yo estaba incrédulo en la vida, no quería saber nada. Cuando Leandro me encontró, era lo que necesitaba. La gente se cansa de la humillación. Ese no era mi verdadero yo, así que acepté el cambio”, contó al respecto.