Muchas aseguraron que la pequeña debería estar enfocada en su educación y alentar a una niña tan joven a someterse a tratamientos estéticos podría sentar un precedente peligroso, fomentando su sexualización desde una edad temprana.
En el mundo de las redes sociales, cada acción que toman las personalidades públicas puede ser sometida a un escrutinio sin piedad. Esto fue lo que le ocurrió a Roxy Jacenko, empresaria y socialité australiana reconocida por su éxito en los negocios y presencia en los medios.
La mujer se convirtió en el centro de una gran controversia por llevar a su hija de tan solo 11 años a realizarse un levantamiento de pestañas y tintado. Mientras que algunos la elogiaban por empoderar a su hija, muchos otros criticaron su decisión, acusándola de promover la superficialidad y forzar a su hija a encajar en un estereotipo de belleza inalcanzable.
Roxy es conocida por ser una mujer de negocios exitosa, habiendo establecido dos empresas multimillonarias junto a su hija, llamadas Pixie’s Bows y Pixie’s Fidgets. La pequeña, a pesar de su corta edad, ha sido una parte activa en estos negocios y ha demostrado un interés genuino en el mundo empresarial.
Sin embargo, cuando Jacenko compartió en redes sociales la experiencia de llevar a su hija a un salón de belleza para someterse a un tratamiento de levantamiento de pestañas y tintado, las críticas no se hicieron esperar.
Muchas personas argumentaron que, a los 11 años, la niña debería estar enfocada en su desarrollo personal y educación, en lugar de estar preocupada por su apariencia física. La presión que esto podría ejercer sobre ella para encajar en los estándares de belleza actuales fue uno de los principales puntos de preocupación.
Además, se argumentó que permitir y alentar a una niña tan joven a someterse a tratamientos estéticos podría sentar un precedente peligroso, fomentando la cosificación de las mujeres desde una edad temprana. “Ella es demasiado joven para esto. ¿Qué sigue, botox y rellenos de labios?” y “¿Estás usando tu plataforma para enseñar a las jóvenes a adherirse a los estándares de belleza?”, comentaron algunos.
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Aún así, los defensores de Roxy Jacenko señalaron que la pequeña parecía feliz y emocionada con el resultado del tratamiento y afirmaron que la madre solo estaba apoyando los intereses y deseos de su hija, permitiéndole explorar su pasión por la belleza.