“Sobrevivía de ensaladas y café negro, y casi fallaron todos mis órganos”, cuenta.
Los estereotipos de la industria de la belleza amenazan constantemente a chicas vulnerables que no están a gusto con sus cuerpos. Las revistas, la televisión y también las redes sociales se han vuelto un riesgo, imponiendo una perfección utópica que nadie tiene, ni siquiera las ángeles de Victoria´s Secret.
Así fue el caso de Annaliese Gann, una chica de 22 años australiana, que lo único que deseaba era ser delgada para ser modelo. Así fue como comenzó a descuidar por completo su nutrición y se alimentó solo de ensaladas y café negro. Logró llegar a su talla ideal (según ella) pero hoy, 5 años después, relata al mundo a través de su cuenta de Instagram que nunca había sido tan miserable.
“Era miserable, siempre tenía frío, sin vida y me costaba desarrollar mi vida con normalidad. Sobrevivía de ensaladas y café negro. Yo no entendía lo que era el balance”, escribió en su cuenta de Instagram junto con una foto de su recuperación.
“Estaba en el momento menos sano de mi vida. Fui a ver a un doctor y me dijo que sino ganaba peso ya, mis órganos comenzarían a fallar y podría morir”, añadió.
Ese momento fue un clímax en su vida y entendió que se estaba matando lentamente, solo por seguir un capricho de “belleza” que veía reflejado constantemente en los medios y en las redes sociales.
Ahí decidió que recuperaría su vida y comenzó a comer de todo de forma saludable. 5 años después tiene 7 tallas más, pero dice que es completamente otra persona. Decidió contar su historia en redes sociales para dar un mensaje positivo del cuerpo y ayudar a aquellas chicas que luchan por ser delgadas a costa de todo, arriesgando hasta sus propias vidas.
“Ser flaca no te hace ser feliz”, dijo. “No tienes que lucir como las modelos de revistas para ser feliz, sé tu misma y aprovecha lo lindo de esta vida”.
Annaliese es ahora modelo curvilínea y sigue preocupándose de su físico, pero desde una perspectiva positiva, sin presionarse demasiado. “Ahora hago ejercicio no porque odie mi cuerpo, sino porque lo amo. Ahora entiendo lo que es el balance”, afirmó.
¿Qué te parece su historia?