Sus seres queridos no creen que pueda brindar suficiente atención y amor a cada uno de los niños. Especialmente por el desorden y el caos que reina en su hogar debido a la energía y las travesuras de los 7 pequeños.
En un mundo donde las familias tienden a ser más pequeñas, Ashley Lillie, una mujer de 30 años, y su esposo Chad, de 35, han decidido romper con los estereotipos y embarcarse en una increíble aventura de criar una gran familia.
Con siete hijos ya en sus brazos y planes de tener un total de doce, la pareja desborda de amor y felicidad. Sin embargo, no todos comparten su entusiasmo, ya que sus respectivas familias desaprueban su elección debido a los desafíos que surgen de tener tantos niños en casa.
A pesar de las dificultades y el caos que a menudo implica su vida diaria, Ashley y Chad continúan perseverando en su sueño de formar una familia numerosa y llena de cariño, aunque todo esto llegó tras mucho tiempo de querer convertirse en padres.
Después de intentar concebir durante tres años, finalmente lograron traer al mundo a su primer hijo en 2013 con la ayuda de tratamientos de fertilidad. Llenos de emoción por su recién nacido, decidieron que querían darle un hermanito. Sin embargo, lo que comenzó como un deseo de tener otro hijo se convirtió en algo mucho más grande.
A partir de su segundo embarazo, Ashley parecía tener una facilidad asombrosa para quedar embarazada. Uno tras otro, sus hijos llegaban al mundo sin mayores complicaciones. Los años pasaron rápidamente y la familia creció de manera exponencial.
“Nuestra familia es algo que sucedió, ya que no sabíamos cuántos niños queríamos. Mi plan era solo uno más [después de nuestro segundo] y tener tres hijos, pero luego llegaron los gemelos. Honestamente, después de las cuatro, ¿qué importa uno más? Yo estaba en el cielo”, comentó la mujer a DailyMail.
Actualmente, viven nueve personas en la casa, incluyendo a Ashley, Chad y sus siete hijos, junto con sus mascotas, que también forman parte de esta gran y bulliciosa familia. Pero a medida que el número de hijos de Ashley y Chad aumentaba, también lo hacían las preocupaciones y las críticas de sus familias.
Sus seres queridos cuestionaban si podrían brindar suficiente atención y amor a cada uno de los niños, preocupándose además por el desorden y caos que reinaba en su hogar debido a la energía y las travesuras de los pequeños.
Sin embargo, ambos se mantienen firmes en su decisión, argumentando que cada niño trae consigo una alegría única y que tienen el amor y los recursos necesarios para criar a sus hijos de manera amorosa y responsable.
Asimismo, muestran cómo es vivir con tantos pequeños, lo que muchas veces significan variados desastres. En uno de sus clips más virales, Ashley relata la “realidad de tener siete hijos, un vehículo de casi veinte años y un mínimo de una hora de ida y vuelta para llegar a cualquier parte”.
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En él, se puede ver la parte trasera de su auto llena de comida y basura, lo que limpia rápidamente llenando incluso dos bolsas de basura. Tras aspirar y lavar, todo se ve como nuevo. Mostrando que no era un problema tan grande como muchos podían pensar.