“Esta señora dijo: ‘deberías estar avergonzada de ti’. Me destrozó, pero igual pensé que era un poco divertido”, dijo Sammi, quien pidió los 200 dólares por su servicio y antes de irse tuvo el atrevimiento de entregarles a todos su tarjeta de presentación.
En el mundo hay una gran variedad de trabajos y servicios. Sin embargo, siempre hay personas dispuestas a desafiar las normas y ofrecer algo fuera de lo común. Este es el caso de Sammi, una chica emprendedora que se dedica a brindar servicios de limpieza, con un giro particular: lo hace desnuda.
Aunque puede parecer controvertido para algunos, Sammi ha construido una clientela fiel y tiene numerosas anécdotas para compartir. Recientemente, una de estas historias en particular estalló en TikTok y generó un gran debate.
Un día como cualquier otro, Sammi estaba ocupada limpiando y organizando un armario de abrigos en la casa de un hombre de 60 años que vivía solo. De repente, y sin previo aviso, aparecieron dos mujeres de alrededor de 40 años junto con sus esposos, quienes quedaron totalmente petrificados al verla.
“Justo cuando estoy con mis pechos afuera, entran. Todos inmediatamente me miran. Una señora parece que está a punto de desmayarse y los otros 2 hombres estaban como: ‘¿Qué carajo está pasando’. Una señora mira al cliente para el que estaba limpiando y dice: ‘papá, ¡¿qué es esto?!‘”, contó la chica.
El señor, bastante tranquilo, les dijo que solo quería que una mujer hermosa limpiara su hogar y que no pensaba que ellas llegarían tan temprano, pues la idea era que Sammi ya no estuviera ahí para cuando aparecieran las visitas.
En lugar de aceptar la situación con tolerancia o curiosidad, las hijas se mostraron extremadamente críticas y reprocharon a la joven por su elección de trabajo. “Esta mujer me mira fijamente a los ojos y me dice: ‘Jovencita, deberías estar en la iglesia’. Le dije: ‘Mamá, Jesús quiere que pague mis cuentas, ¿de acuerdo?'”, respondió.
“Esta señora dijo, deberías estar avergonzada de ti. Me destrozó, pero igual pensé que era un poco divertido. Así que simplemente me senté allí. Ya sabes, el hombre me contrató por una hora, y solo me ha tenido por 45 minutos antes de que entraran, por lo que técnicamente todavía tiene 15 minutos”, indicó.
Así que la chica simplemente le preguntó a su cliente si quería que completara el trabajo de igual forma, lo que enfureció aún más a una de las hijas, quien sacó su billetera y le preguntó cuánto dinero quería para irse enseguida.
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Le pidió 200 dólares y como si eso no fuera poco, tuvo el atrevimiento de entregarles a todos su tarjeta de presentación. “Bueno, en realidad fue bastante divertido. Un poco mortificante, pero divertido. Definitivamente arruiné su almuerzo dominical”, finalizó riéndose.