Se trata de Cece Meadows, quien fundó Prados Beauty, una marca para representar a las comunidades indígenas. “Nuestra marca se trata de estar realmente orgullosos de quiénes somos y de contar nuestra historia a través del maquillaje”, dijo.
Es común escuchar que mientras las personas persigan sus sueños, estos se cumplirán. Pero a pesar de que por mucho se deseen las cosas, hay ciertos contextos que a veces hacen más difícil que esos sueños se puedan concretar. Aún así, existen excepciones e historias en que las personas han podido vencer esas variables y salir adelante.
Una de esas historias increíbles la protagoniza Cece Meadows, quien pasó de vivir en la calle a ser dueña de su propia marca de maquillaje y transformarse en una influencer de belleza en las redes sociales.
Y su historia la contó a la famosa revista de moda y tendencias Marie Claire, en donde narró cómo fue su dura infancia y cómo surgió a pesar de no tener nada.
Cece creció en una granja en Arizona, un lugar que fue muy duro para crecer. “No teníamos mucho, pero nos teníamos el uno para el otro. La escuela era mi lugar seguro, así que me eduqué allí y terminé siendo la primera de mi familia en graduarme de la universidad“, detalló.
Al momento de salir de la universidad la vida comenzó a sonreírle. Tuvo tanto éxito en su carrera que según ella “ganaba seis cifras en el mundo de las finanzas” y conducía un coche deportivo. “Vivía la vida muy, muy rápido. Me casé, tuve una hija y me divorcié. A los 27 años me diagnosticaron cáncer“, agregó.
Comenzó a sufrir los embates de esa enfermedad, algo que también mermó su sueldo, ya que debía cubrir sus cirugías y medicamentos. Pasado un tiempo pasó lo peor: perdió su casa, su coche y sus ahorros.
“Tuve otro bebé poco después de entrar en remisión y terminé sin hogar con dos hijos. Fue una locura pasar de ser una persona realmente exitosa a estar en quiebra“, contó Cece.
Ahí fue cuando pensó que su vida se acabaría y que eso sería todo. Sin embargo, Cece tuvo una idea: mudarse a Nueva York y comenzar en la escuela de cosmetología. Estudió un tiempo y decidió iniciar su propia marca de maquillaje llamada Prados Beauty, con la que empezó a surgir de nuevo.
“Una vez que el negocio tuvo éxito y los productos se vendieron, decidí devolver el 50 por ciento de las ganancias a las comunidades indígenas y a las personas necesitadas, como veteranos y niños con necesidades especiales, específicamente“, contó Cece.
Además de volver a tener éxito económico, Cece creó una fundación llamada Prados Life Foundation para ayudar a las personas que tenían dificultades en su vida. Con esto también, sumó un objetivo a su marca de maquillaje: poder representar a las comunidades indígenas, ya que ella se identifica como yaqui y comanche, dos pueblos originarios.
Cece con esto ha podido acerca más la cultura indígena a las personas y consumidores, quienes además han podido aprender.
“Nuestra marca se trata de estar realmente orgullosos de quiénes somos y de contar nuestra historia a través del maquillaje (…) Aunque somos una empresa de cosméticos, podemos cambiar el mundo de las personas“, finalizó.