Marie, una joven francesa, padece una enfermedad que gradualmente le causará ceguera y sordera total, pero eso le sirvió como motivación para aprovechar conocer los paisajes y olores de cada rincón del mundo. Tras 3 años viajando con su pareja, la aventura aún no tiene fecha de término.
Esta bella historia que les contaremos a continuación proviene de Francia y la protagoniza Marie, una joven y vital mujer que vislumbra uno de los desafíos más duros de su existencia: vivir sin dos de sus sentidos.
Resulta que la chica —oriunda de Autun— padece el síndrome de Usher, enfermedad que causa la pérdida progresiva de la vista y el oído. Fue diagnosticada cuando era una niña y siempre tuvo claro que perdería sus sentidos en algún minuto de su vida, por lo que decidió aprovecharlos al máximo antes de despedirse de ellos.
Marie, que usa audífonos y gafas desde los 5 años, quiso conocer el mundo y se largó junto a Corentin, su compañero, a dar la vuelta al planeta hace unos tres años. Así, podrá saber cómo se ven y escuchan los rincones más recónditos del mundo antes de que la ceguera y la sordera se apoderen de su vida.
La chica y su novio se conocieron en Quebec (Canadá) cuando ambos vivían allí, y ahorraron durante diez años para poder realizar su viaje. Vendieron todas sus pertenencias y compraron una camioneta que acondicionaron para usarla de vivienda; en ese minuto, los enamorados comenzaron su aventura.
El ritmo ha sido frenético: comenzaron el viaje en junio de 2018 y, desde esa fecha, Marie y Corentin han visitado 25 países, entre los que se encuentran Japón, Finlandia, Filipinas, Emiratos Árabes Unidos y EE.UU, entre otros. ¿La motivación? Aprovechar y disfrutar mientras haya tiempo.
“No es natural para nosotros posponer nuestros planes hasta que estemos de vacaciones o cuando nos jubilemos (…) A esto se suma que, a nivel personal, la evolución inicerta de mi enfermedad refuerza esa tendencia natural de vivir el presente”.
—Marie a France 3—
Claro, la pandemia también tuvo sus consecuencias en los planes de la pareja: ambos estaban en Canadá y planeaban llegar conduciendo hasta la Patagonia, pero en marzo del año pasado decidieron volver a Francia y esperar hasta que la situación se calmara.
Y como todo seguía igual de complicado, aprovecharon de volver seis meses después a Canadá para repatriar la camioneta. Desde ese entonces, esperan impacientemente para partir de nuevo sus aventuras.
Lo más bello de todo es la tranquilidad y esperanza con la que Marie encara su futuro. Ella sabe que más adelante tendrá muchos impedimentos que la harán funcionar de una manera distinta, por lo que hizo uso extensivo del cliché de aprovechar el presente lo más posible, usándolo como una muy válida excusa para salir a recorrer el mundo.