Por encima de todo, nunca te disculpes por ser tú misma.

Ya hemos hablado sobre la extraña costumbre que tenemos algunas personas (me incluyo) por disculparnos compulsivamente. Es una complicación entre creer que de alguna manera has causado una situación, o que no sabes qué más decir. Luego solo lo automatizas y ya, estás disculpándote por cada cosa que haces, dices o piensas. Y a la larga, eso tendrá un impacto en tu autoestima y en la confianza con la que haces afirmaciones, o realizas acciones.

Nadie nos pide ni obliga a disculparnos tanto, sin embargo lo hacemos. Como una especie de escudo que tener a mano antes de que nos puedan criticar, o mencionar algún error, aunque no haya ninguno en realidad. Y tenemos que parar este detalle, un detalle que de a poco se puede transformar en algo más grande

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Aunque sean cosas pequeñas, y no nos parezca tan importante, tenemos que dejar de hacerlo. Mujer: no tienes que disculparte por todo. En especial de aquellas cosas que son tuyas o que no se pueden controlar. Algunas de esas cosas por las que te disculpas sin pensarlo, no son errores. Algunas de esas cosas, no tienen arreglo, y no han resultado mal. Y si lo han hecho, no siempre tiene que ver contigo.

No te disculpes por tus emociones si no son recíprocas a otra persona. Simplemente es así, no puedes corregir lo que sientes y forzarte a ir en otra dirección solo por agradar, solo por consentir. No te disculpes por ser quien eres, por la manera en que te comportas, menos si sabes que no hay nada malo con ello, y que no les has faltado el respeto ni pasado a llevar a nadie.

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No te disculpes por ser más sensible, o más apática. No te disculpes por preocuparte demasiado, o por ser un poco más distraída. No te disculpes porque hiciste las cosas mejor que otro, solo enfócate en ti misma. No te disculpes por errores que son insignificantes, pero que fueron accidentes. Eso pasa y no lo puedes controlar. No te disculpes por las circunstancias malas de otros, solo intenta ayudar. No te disculpes por desear o necesitar a algo o a alguien, no reprimas tus emociones, que te puede matar. Y, por sobre todo, nunca te disculpes por ser tú misma. Te puedes perder y no te volverás a encontrar.

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