El amor no es lo que se ve en las películas o lo que nos dicen las canciones.
El amor no duele. Si duele, entonces es otra cosa. Miedo. Apego. Admiración. Adicción. Posesividad.
A nadie se le parte el corazón por amor. El amor es desinteresado. Es lo opuesto de la necesidad y el apego. Para un individuo es esa sensación de permitir en vez de buscar. Dejar ir, en vez de aferrarse.
El amor es sutil, silencioso y delicado y en sus comienzos puede ser fácilmente ahogado por el apego, la lujuria y el miedo. El amor debe tener espacio. El amor es poderoso pero no usa esta fuerza para obligar a nadie.
El deseo es simple y muchas veces es imprudente. Tenemos que tener cuidado con él para evitar causar daños. El deseo es la intención de cambiar algo, de rechazar lo que es en favor de lo que podría ser: algo mejor, más seguro, más placentero. El amor es la intención de dejar todo ser.
Muchos de nosotros crecimos pensando que amar significa simplemente querer algo con todo nuestro ser. Es difícil ser sensible ante la aparición del amor cuando te consume el deseo. El amor no es algo que se pueda hacer mal si es un amor verdadero. El deseo puede existir de manera paralela al amor, pero no son lo mismo.
La envidia no es amor, y tampoco demuestra que exista amor. Los celos demuestran miedo. El amor no vuelve a la loca a la gente, la vuelve cuerda.
El amor se revela cuando dejas ir la necesidad que tienes por el objeto de tu amor y cuando ves que no existe ninguna razón para hacerlo tuyo.
El deseo ha existido desde siempre. Es un motor de gran poder. Es ruidoso. Maneja mal las cosas. Sólo se mueve hacia donde apunta. Se necesita un conductor sobrio para manejarlo, pero rápidamente te emborracha.
El amor es más grande que tú. Amar alguien significa que quieres que alguien sea tan feliz como tú lo eres.
El amor está en todos lados, al menos en el fondo. Es demasiado visible como para ser dejado de lado, incluso por aquellas personas que se vuelven locas con ese deseo que no saben manejar. Necesitamos aprender a controlar mejor nuestros deseos para amar plenamente.
Es un momento muy interesante para estar vivo. Nos estamos graduando de una cultura donde nuestras vidas son manejadas por el deseo para pasar a una donde nuestras vidas son guiadas por el amor. El primer paso es saber la diferencia.
Definirlo es imposible. Puedes buscar palabras pero nunca lograrás encontrar esa palabra exacta. No hay nada más fácil de confundir que el amor. Pero por ahora, podemos saber qué cosas no son amor:
Si duele, entonces no es amor.