Decirme a mi misma “déjalo ir” en realidad nunca me sirvió.
Siempre he cuestionado la idea de aprender a amar a alguien. Es como si se tratara de algo antinatural o ajeno a nosotros como seres humanos. Amamos a nuestros padres, hermanos, amigos y familiares, y hacemos sacrificios para mantenerlos en nuestras vidas. Sin embargo, de alguna manera, vemos el amor como un juego completamente diferente cuando se trata de alguien con quien tenemos intimidad y planeamos pasar nuestras vidas, y, en realidad, tal como lo dice Taylor Mosslar, a veces no siempre está el sol luego de la tormenta.
Claro, es un tipo diferente de amor y vivir en pareja es compartir todo con alguien, pero amarlo y ser amado por él es la parte fácil. Quiero decir, ¿a quién no le gusta la idea de tener a alguien que es leal, confiable y que se quede a tu lado en las buenas y en las malas por el resto de tu vida?
Obviamente no siempre hay un final feliz garantizado, pero la seguridad que sientes con esa persona en este momento es una de las mejores sensaciones del mundo.
Fuente: We Heart It
Es por esto que la idea de dejar ir a alguien con quien tienes tanta historia y un largo futuro, realmente es la parte más difícil de todo, sobre todo si lo amas enormemente.
Hemos nacido para amar. El amor hace feliz a nuestra alma y nuestro corazón sonríe, y si es la persona adecuada, entregarle nuestro amor realmente no es algo que debemos “aprender” a hacer como si se tratara de un arte que necesita ser perfeccionado. El amor es imperfecto; puede ser un poco incómodo y conflictivo. Pero, irónicamente, nos sentimos más contentos con nuestras vidas cuando lo tenemos.
Dejarlo ir, por otro lado, bueno, eso es algo mucho menos natural y mucho más difícil de confrontar. De repente, el futuro que imaginaste debe ser olvidado. No te queda nada más que la triste realidad de que ya no pueden estar juntos, sin importar lo mucho que extrañes a tu pareja.
Empiezas a pensar en lo que podrías haber hecho diferente o cómo podrías haber hecho que las cosas funcionaran. Pero, una vez más, estás obligada a mirar a la realidad de frente y darte cuenta de que las cosas ya no serán como antes.
Fuente: We Heart It
Por desgracia, los recuerdos son la peor parte. Pareciera como si todo en este mundo te recordara la verdadera alegría que sentiste cuando estabas con esta persona. Sonríes mientras tu mente recuerda algo hilarante que ustedes dos compartieron, pero, inmediatamente después, sientes una sensación de vacío, pues notas que son sólo recuerdos y permanecerán así para siempre.
Decirte a ti misma varias veces “déjalo ir”, en realidad no sirve de mucho cuando tratas de superar una relación fallida. Es literalmente imposible recordar ciertos acontecimientos y te preguntas todo el tiempo “¿qué pasaría si?”. No podemos esperar a dejar de sentirnos así durante los primeros días de nuestra nueva realidad. Sin embargo, debemos permanecer confiadas en que dejar ir a alguien que amamos no es una epifanía que ocurre durante la noche, es un proceso.
Después de todo, es natural lamentar la pérdida de nuestros seres queridos que han fallecido, pero no nos damos cuenta de que, a pesar de que este ser querido no ha fallecido, igual tenemos que llorar la pérdida porque ya no está en nuestras vidas.
Fuente: We Heart It
Permitirse sentir la decepción, la traición y la pérdida total de esa persona finalmente llevará a que eso sentimientos pasen. Con el tiempo, esos sentimientos serán reemplazados por nuevos sentimientos de emoción, libertad y anticipación de un nuevo futuro.
Durante el proceso de dejar ir a una persona que tanto amabas y que ha impactado tu vida de una manera muy grande, te das cuenta de todo lo que aún puedes ofrecer en un futuro a alguien más, o a esa misma persona, si es que logran superar los obstáculos y diferencias.
El arte de dejar ir es siempre un trabajo en progreso, ya que siempre vamos a recordar lo que compartimos con las personas que amamos. Siempre vamos a tener esos recuerdos escondidos hasta que nuevos recuerdos eclipsen los antiguos.
Las personas van y vienen, y con el tiempo vamos a compartir el amor, que una vez vino con tanta naturalidad, en una nueva oportunidad que podría hacerte más feliz.
Si necesitas dejar ir, entonces hazlo, lucha por quitar de tu vida aquello que no te hace bien. Sin embargo, si crees que esa persona debe tener una nueva oportunidad, preocúpate de no caer en los mismos errores del pasado y darle un nuevo giro a la relación.