¡Salud por esa cerveza que arregla todos los dramas!
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Me críe con 4 hermanos hombres, lo que naturalmente me hizo tener una leve preferencia hacia el género masculino cuando se trataba de amistad. Mi infancia estuvo rodeada de fútbol, video juegos, y suciedad, y de ahí en adelante, los hombres se convirtieron en mis mejores aliados.
Sigo siendo una mujer de tomo y lomo. Estar rodeada aparatos reproductores masculinos, muchos pelos y otras cosas, no me ha apartado en lo más mínimo de mi esencia femenina, de hecho, la ha confirmado aún más. Sin embargo, usualmente me veo tomando cerveza en bares, mirando deportes, y conversando de cualquier estupidez, y me encanta.
Poco me importa que algunos piensen que hacer eso no es de “señorita”. La verdad es que lo disfruto, y creo profundamente en eso de la amistad entre hombre y mujer.
Soy la única mujer en mi grupo de amigos, y soy inmensamente feliz por ello. No quiero ofender a nadie, pero seamos sinceras, y me incluyo, las mujeres algunas veces pensamos demasiado las cosas, nos enrollamos por tonteras, y peleamos por cosas que en realidad no tienen importancia. Estar rodeada de hombres por tanto me ha hecho simplemente ser una más, hacer bromas pesadas e inapropiadas y que nadie se enoje, recibir respuestas tremendamente sinceras y honestas, y solucionar dramas con una ronda de shots. ¿Increíble no?
Además, tengo completamente cerca a los mejores consejeros, especialmente si de chicos se trata. Ellos no dudarán en decirme cuando el susodicho con el que estoy saliendo es un idiota, o en “matarlo” si me hace daño. Están también siempre disponibles como salvavidas cuando un chico se quiere pasar de listo en una fiesta. Llegan, cuando menos te lo esperas a hacerse pasar por tu novio y a rescatarte de los pantanos.
Sus fuertes abrazos son tremendamente reconfortantes. Siempre tengo a alguien que me ayude a cargar cajas y alguien con quien puedo estar horas sin hablar y que eso no sea incómodo.
Puedo, también, pasar semanas sin hablar con ellos, y cuando lo hago todo sigue exactamente igual. No he herido los sentimientos de nadie, y eso me hace hacer las cosas cuando y porque quiero, no por compromisos.
Estos chicos son las personas más fieles que conozco, y estar rodeada de hombres me ha hecho una persona libre, sincera, tranquila y pacífica, y por eso los adoro, y no los cambiaría por nada.