Flores, joyas preciosas, dos vestidos de novia y una torta de casi cinco metros de altura.
Los matrimonios son una importante celebración del amor de una pareja y dicen mucho acerca cómo van a vivir su vida. ¿Invitaron a tooooda la familia o sólo a los amigos más cercanos? ¿Sirvieron un banquete o ahorraron para la luna de miel? ¿Están muy preocupados por las apariencias o son el extraño caso de una pareja relajada en su propia ceremonia?
¿Cómo fue la tuya?
Como haya sido, seguro que fue muy especial y no tuvo NADA que ver con la ceremonia de Karen Karapetyan y su novia Lilit, una estrella de las redes sociales rusas (¿Ven hasta donde te puede llevar una buena selfie?). Karen es el hijo del magnate armenio Samuel Karapetyan, un monstruo de los bienes raíces con una fortuna que se cuenta ya en los billones.
Karapetyan padre gastó casi dos millones de dólares en la boda de su hijo mayor, Sargis, en junio del 2016. No podía ser menos para su hijo “pequeño”.

La ceremonia se llevó a cabo en la Iglesia Apostólica Armenia de Moscú, para luego celebrar en el salón de banquetes Safisa, el más prestigioso de la ciudad.
Todo estaba adornado con flores frescas y joyas.

La novia lució radiante con DOS vestidos blancos, uno exclusivamente para caminar al altar, con un faldón ancho y muchos vuelos, y otros más simple para el resto de la ceremonia.
Y claro, luego un tercer número de diseñador para la fiesta.

Las flores fueron arregladas para caer naturalmente mientras los novios caminaban juntos a través de un arco con forma de corazón.

Algunos de los notables invitados fueron el doctor del presidente Vladimir Putin, Dmitry Peskov, su esposa la medallista olímpica Tatiana Nava y “la mujer más sexy de Rusia”, Vera Brezhneva.
El mismísimo mandatario es íntimo de Karapetyan padre, pero no pudo asistir por razones de fuerza mayor.

El paso de los novios fue acompañado por una banda en vivo y bailarines, además de un equipo de filmación profesional que hizo una “película” que luego sería distribuida entre los invitados.
La celebración posterior fue dirigida por diferentes famosos cantantes rusos, desde el artista pop Philipp Kirkorov hasta el tenor de opera Nikolai Baskov.

Y lo más importante de todas las bodas, por supuesto, también estaba: la visible adoración entre los novios.
El tema “escondido” del matrimonio eran las estrellas fugaces. ¿No te parece lo más romántico que has visto?

¿Te gustaría una boda así?