Las autoridades de ese estado decidieron dar permiso para que la gente saliera a caminar y descansara del encierro. Las personas lo tomaron como vacaciones y se congregaron en masa sin ningún tipo de protección.
La cuarentena causada por el brote de coronavirus ha interrumpido la vida de miles de millones de personas en el mundo entero.
El quedarse en casa sin poder salir a trabajar, socializar o caminar ha afectado en distintos grados a las personas que están sufriendo por esta pandemia.
Mientras hay quienes entienden que las medidas son necesarias y que deben sacrificar parte de su libertad para ayudar a terminar con la crisis, existen otras que simplemente desean salir sin importar las consecuencias.
Ejemplo de este comportamiento es lo que sucedió en el estado de Florida, en Estados Unidos, donde las autoridades comprobaron que no se puede confiar en que las personas mantengan los cuidados de manera voluntaria.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el viernes que algunas playas y parques en su estado podrían reabrir después de menos de tres semanas de cuarentena obligatoria.
DeSantis instó a los floridanos a adherirse a las pautas de distanciamiento social emitidas por él y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que solicitan que las personas se mantengan al menos a 2 metros de distancia de los demás y que limite la actividad en la playa para hacer ejercicio, y les dice a los residentes que no se congreguen, reportó Business Insider.
Esto, sin embargo, no sucedió. Minutos después de que el gobernador reabrió las playas del norte de Florida a las 5 p.m. el viernes, cientos de lugareños inundaron la arena.
La gran mayoría de los asistentes a la playa no parecían estar siguiendo la orden del gobierno cuando algunos tomaron el sol y se reunieron con amigos el viernes por la noche.
DeSantis, quien inicialmente dejó en manos de los funcionarios locales cerrar sus playas y otros establecimientos, dijo en una conferencia de prensa el viernes que algunos condados podrían comenzar a reabrir sus playas si quisieran, y agregó que era importante que la gente tomara aire fresco.
“Háganlo de buena manera”, dijo DeSantis. “Háganlo de manera segura”.
A pesar de todas las recomendaciones y advertencias, las personas que salieron de sus casas decidieron aprovechar el día y tomarlo como unas merecidas vacaciones, juntándose en grandes grupos de gente sin usar ningún tipo de medida preventiva.
¿Lo peor de todo? La reapertura de las playas de Florida sucedió el mismo día en que se registraron 1.400 nuevas infecciones, el mayor aumento en un solo día en los casos de coronavirus hasta el momento.
A partir del viernes, el estado, que se ha convertido en un punto crítico del brote de coronavirus en los EE. UU, había informado más de 24,000 casos del virus y casi 700 muertes.
Esto, sin embargo, parece no asustar a los floridanos, quienes prefieren arriesgar sus vidas y las de los demás por un poco de sol y arena.