A sus 11 años pesaba casi 200 kilos y aún así existían valientes dispuestos a combatir contra él. La crueldad humana cruzó los límites: Victor nunca pudo vivir su vida como un oso.
El deporte de la lucha se ha encontrado presente en la historia de la humanidad por más tiempo del que podemos recordar, y la teoría es fácil: 2 hombres en un ring, golpes por la derecha, golpes por la izquierda. Pero de pronto, uno de todos estos empresarios tuvo una idea mejor que fue revolucionaria y cruel: que luche un hombre contra un oso.
En la siguiente imagen que veremos fue escaneada en 1902 y pertenece a la Librería y Archivos de Canadá y posee la siguiente descripción:
“La práctica de mantener osos para entretenerse es algo común en el siglo XIX. Afortunadamente ha pasado de moda, lo que hace que esta imagen sea muy difícil de relacionar entre los canadienses contemporáneos“.
Si bien la imagen es sorprendente, este hecho no fue un episodio aislado.
En 1970 la revista Sports illustrated realizó un suculento reportaje sobre el luchador de cocodrilos Tuffy Truesdell y “Victor”, quien también fue descrito como un luchador, a pesar de que se trataba de un oso.
Estadísticamente, Victor ha sido uno de los mejores luchadores de la historia, enfrentándose a al menos 50 mil oponentes, sin perder ningún combate.
Existen algunos registros en donde se puede ver algunas batallas que ha tenido Victor con algunos seres humanos. Si bien uno posee esperanza en que los hombres podrán contra el animal, el registro enseña que esto es solo una ilusión.
Este video de 1981 enseña cómo es una lucha entre los humanos y un oso.
Se desconoce cuál habrá sido el destino de Victor, quien a sus 11 años pesaba 200 kilos y medía casi 2 metros. Lo que sabemos es que su vida estuvo marcada por un extraño éxito satisfaciendo violentas y extravagantes peleas con humanos.
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