El estudio hecho en 194 países, reveló que trabajar sobre 55 horas semanales está directamente relacionado a sufrir enfermedades cerebrovasculares, en tiempos donde cada vez se difumina más la línea entre el trabajo y la casa.
Sin dudas, con el avanzar de los tiempos la tecnología a logrado disminuir los tiempos para realizar tareas que antes demoraban días a solo segundos. Los trabajos se han ido diversificando, pero las cargas laborales y las tareas en vez de decrecer han aumentado por altas demandas que exigen mayor productividad. Este mal, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es posiblemente el problema más importante luego de la pandemia al que hay que hacerle foco, pues en los peores casos ha cobrado la vida de miles de personas, informa Euronews.
La gente ya no peligra sus vidas dentro de una fábrica, e incluso las medidas de seguridad en trabajos que antes eran extremadamente riesgosos, como la construcción de un edificio, han permitido bajar las tasas de fallecimiento a cero. Sin embargo hoy el peligro de muerte no se da por accidentes repentinos, sino por el mal del siglo: el estrés.
El último estudio de la OMS reveló que trabajar sobre las 55 horas semanales está directamente relacionado a la muerte por estrés, con enfermedades como la coronaria o accidentes cerebrovasculares.
Entre los años 2000 y 2016, hubo un aumento de al menos 30% por muertes cerebrovasculares en al menos 194 países, de gente cuyas cargas laborales eran excesivamente altas. Solo en 2016 unas 746,000 personas fallecieron de dicha causa. Hoy los trabajadores peligran más sus vidas debido a que sus rutinas las matan a silenciosamente a largo plazo.
“Trabajar 55 horas o más por semana es un grave peligro para la salud. Lo que queremos hacer con esta información es promover más acción, más protección para los trabajadores”.
–María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente OMS a Reuters–
Actualmente el 9% de la población mundial ya sufre de enfermedades ligadas netamente al estrés por el trabajo, cifra que podría ir en aumento debido a la instalación del teletrabajo en aquellas empresas que han obligado a sus empleados a difuminar la línea entre hogar y trabajo.
Neira hace un llamado a los gobiernos, empleadores y trabajadores a tomar conciencia de las jornadas excesivamente prolongadas, ahora que la revolución del trabajo en casa parece ser una opción permanente para muchos.
Por último, la OMS considera más inteligente no aumentar más la carga laboral durante una crisis económica, puesto que esto supone el incremento de estrés en niveles desproporcionados, siendo los países asiáticos como China y Japón, los más afectados desde comienzos de este siglo.