No podía creer lo que veía.
Esa mañana Tina Dubyts estaba de camino al trabajo. Todo estaba en aparente orden, como cada día, hasta que vio algo por el rabillo del ojo y sin estar segura de qué era se acercó para mirar mejor. Detuvo su auto en la orilla y caminó hacia el puente, en Manitoba, Canadá.
Entonces miró lo impensable: la mano de una mujer aferrada a la barandilla del puente.


Durante la noche anterior, Kristen Hiebert y su hija Avery, de 4 años de edad, iban en su auto de camino a casa, cuando se volcaron sobre el puente y cayeron a una zanja. El accidente le provocó a mamá fracturas en los brazos y en una de las piernas.

Tras el accidente, madre e hija seguían dentro del auto pero mamá Kristen notó que estaban totalmente ocultas de cualquiera que pasara por la carretera y así nadie las ayudaría. Entonces pasó entre 10 y 12 horas escalando para volver a la carretera. El dolor de las heridas era inmenso.


Era de noche, el clima estaba helado y no sabía si su hija estaba bien. Aún herida, continuó subiendo.
A la mañana siguiente fue cuando Tina la encontró al pie de la barandilla del puente. Inmediatamente las ayudó a subir y las trasladó en su auto al hospital para que atendieran sus lesiones.

A pesar de haber resultado con múltiples fracturas y en estado de hipotermia, se espera que Kristen y Avery se recuperen gracias a los cuidados y atención.