Un golpe del marsupial pudo haber sido letal.
La mayoría de las personas han visto el video que se ha apoderado de las redes sociales en el que un hombre pelea con un canguro para salvar a su perro. Ha habido una ola de críticas a Greig Tonkins, de 34 años de edad, dueño de Max, el perro, por golpear en la cara al canguro para salvar a su mascota.
Otro usuarios lo apoyan y están de acuerdo en que habrían hecho lo mismo en su lugar.

Alrededor de tantas opiniones divididas, algunos expertos en animales han analizado el archivo. El doctor Mark Eldridge, estudioso del Museo de Australia dice que en realidad fue el dueño quien tuvo suerte de no salir herido de aquel combate.

Calificó como “Muy interesante” el comportamiento del marsupial, puesto que normalmente huirían ante la presencia de un perro porque los consideran sus depredadores, pero en su lugar, este optó por defenderse.
Lo que se piensa es que el canguro fue sorprendido por el perro y se defendió aplicándole una llave en vez de correr.

Los canguros se caracterizan por someter con llaves, arañar y acorralar a otros animales cuando pelean, pero los patean y los muerden primero antes de inmovilizarlos.
A decir del doctor Eldridge el canguro no parecía haber hecho nada de lo anterior, sino que más bien se veía confundido.

Tenía al perro bajo su poder pero no sabía qué hacer con él. Cuando Greig se acercó a él tomó una postura más combativa y probablemente estaba evaluando la situación para tener una pelea cuerpo a cuerpo con el hombre.
Greig se acercó y le dio un buen golpe en la mandíbula lo que hace suponer a los estudiosos de que eso hizo replantear al canguro la posibilidad de una pelea. Este sería un golpe de suerte (literalmente) del hombre.

En vez de atacar, el canguro decidió alejarse y olvidarse de la situación.
Los canguros son capaces de causar un gran daño a los seres humanos. La historia habría sido otra si el hombre hubiera recibido una patada o un golpe de los grandes y fuertes brazos del marsupial.
