Un 35% de indigencia menos ha logrado este país europeo con su novedosa idea. La clave de su éxito es que genera un “sentimiento de pertenencia” en el beneficiado.
Finlandia es un país conocido por la expresión“the finnish way”(la manera, el estilo finlandés), a través de la cual siempre trata de tomar decisiones para afrontar sus problemas que terminan dejando boquiabierta a la comunidad internacional y con muchos otros países interesados en imitar sus reformas y medidas. Varias veces estas estrategias para enfrentar una problemática podrán parecer una simple locura, pero por lo general, terminan bien.
Por algo “the finnish way” es una expresión que es repetida constantemente por los ciudadanos finlandeses.
Y aún tratándose de uno de los países mejor posicionados de la OCDE, esta nación se ha visto complicada por la presencia de varias personas en situación de calle. Por lo que para solucionar este problema, idearon el Housing First.
Una manera original y única de sacar a las miles personas sin hogar de la intemperie para brindarles dignidad e insertarlos socialmente.
“El futuro empieza con un manojo de llaves”, es el lema y responde al hecho de que la base de esta medida, está en otorgarle una vivienda, sin requisitos, a quienes no la tengan. De esta manera, entre el 2008 y el 2015, se ha disminuido en un 35% la cantidad de habitantes que viven en la indigencia.
En la actualidad, y según consigna El País, son 5.482 personas que habitan en las calles finlandesas. Mientras que en Helsinki, la principal ciudad de esta nación nórdica, ya casi no hay gente sin hogar. Inspirándose en el movimiento estadounidense Pathways Housing First, fundado por el psicólogo Sam Tsemberis en los 90s en Nueva York, la clave no está en poner condiciones como la reinserción o la desintoxicación de drogas o alcohol para poder acceder a una vivienda. Sino que al contrario, primero se entregan las llaves sin prejuicios y requerimientos para que luego, la vida de miles de familias y ciudadanos empiece a mejorar.
Así por ejemplo en Helsinki han pasado de tener 600 refugios a solo 50 en la actualidad, y los que solo se utilizan en invierno como emergencia, debido a que las temperaturas pueden llegar a hasta a los 20 grados bajo cero. “El sistema de refugio temporal no estaba funcionando (…). Mientras esa gente no tenga una casa permanente, siempre serán considerados sin techo”, dijo Juha Kaakinen, quien fue parte del cuarteto de expertos que puso en marcha el proyecto Housing First en Finlandia.
Con ese apartamento obsequiado sin condiciones, la persona que antes carecía de hogar, tiene la oportunidad de volver a tener una vida normal y planear su futuro. Ahí tiene seguridad y dignidad. Y cuando en Europa en todos los países ha aumentado la cantidad de personas sin techo, según la WEF, Finlandia se ha convertido en el único país que ha visto disminuida la cantidad de habitantes durmiendo en la calle.