Los científicos ya habían analizado su cuerpo cuando lo descubrieron en 1950 cerca de Silkeborg (Dinamarca), pero ahora con tecnología más avanzada pudieron averiguarlo para resolver algunas preguntas en cuanto a su muerte.
A lo largo de la historia, se han hecho hallazgos impresionantes que pueden decirnos cómo era la vida mucho antes de que naciéramos, como los fósiles de dinosaurios, antiguas construcciones y hasta momias. Uno de los ejemplos más destacados es del Hombre de Tollund, quien vivió hace unos 2.400 años.

Desde su descubrimiento en un pantano en la localidad de Tollund cerca de Silkeborg (Dinamarca) en la Península de Jutlandia durante 1950, el cuerpo de este hombre se encuentra maravillosamente conservado en el Museo Silkeborg y ha fascinado a arqueólogos, científicos, y a más personas.
Y es que a diferencia de las momias más conocidas como las egipcias, su momificación no habría sido intencional.

Como fue encontrado en un pantano y con una soga en su cuello, se cree que vivió durante el siglo V a.C en plena Edad de Hierro, por lo que existe la teoría de que se habría tratado de una ofrenda ritual de sacrificios humanos en Europa, según National Geographic.
Y lo que más causa fascinación en la gente, es que sus rasgos faciales se pueden observar a la perfección. Aunque los científicos han querido ir más allá para conocer la historia de este hombre y resolver las preguntas que hay sobre él.

Aunque suene extraño, se encargaron de averiguar nuevamente cuál fue su última comida ya que lo habían analizado hace 73 años. En ese entonces vieron que en sus entrañas habían granos y semillas bien conservados, pero ahora con tecnología más avanzada pudieron analizarlo mejor y lo revelaron en un estudio llamado ‘La última comida del hombre de Tollund’.
“Comió una papilla que contenía cebada, persicaria pálida y lino, y probablemente algo de pescado“, dice el informe, aunque no se encontraba del todo sano. “Las proteínas y los huevos de los gusanos intestinales indican que estaba infectado con parásitos“, explica el estudio.

Pero según LADbible, su última comida fue un plato de avena y entre 12 y 24 horas antes de su muerte. Aunque un detalle que llamó la atención de los científicos que la presencia de semillas pálidas de persicaria, ya que crece como mala hierba. De este modo surgen más teorías en torno a su fallecimiento.
“Aunque la comida puede reflejar la comida ordinaria de la Edad del Hierro, la inclusión de los desechos de la trilla posiblemente podría relacionarse con prácticas rituales“, dice el estudio.
Un hombre lleno de misterios.