Justo antes de que la máquina partiera.
Todo parecía ir acorde a los planes. Como de costumbre, los abuelos sacaron a pasear a sus nietos para mostrarles parte de la ciudad de Sydney. Se dirigían a un lugar alejado, por lo que decidieron tomar el tren y así también, avivar un poco el día, ya que ambos niños adoraban tomar el tren.
Subieron al tren y cuando se disponían a sentarse, se dieron cuenta que uno de los niños no estaba. Comenzaron a buscar al interior del vagón, pero no hallaron rastros de él. Cuando de pronto, el hombre mira hacia abajo del tren y divisa al pequeño niño, quien se había caído al momento en que caminaba hacia la entrada.
Al ver al niño por debajo de la máquina, ambos comenzaron a gritar por ayuda. Su mayor temor apuntaba a que el tren comenzar a moverse y que se efectuara una de las peores tragedias, ya que ellos eran los últimos pasajeros que abordaban, por lo que existían grandes posibilidades de que el conductor iniciara la marcha.
Ante la desesperación, el hombre se tumbó al suelo, sujetó al pequeño niño y lo alzó a sus brazos. Afortunadamente, el pequeño no sufrió lesiones y fue salvado justo a tiempo por su abuelo, quien de seguro recordará este escalofriante momento por el resto de su vida.
En ese momento, guardias y personal de seguridad del recinto se acercaron hasta la familia para verificar el estado del niño, quien estuvo a segundos de ser aplastado por la máquina.