Habían estado juntos por diez años.
Cuando lleva mucho tiempo con la misma persona, puede que comiences a proyectarte porque no te imaginas una vida sin la presencia de él o ella. Porque quieres pasar el resto de tus días compartiendo lo que te ocurre y porque quizás, si existe alguien con quien empezar una familia, sea ese individuo.
Por eso para Adam Vickers no era una locura pedirle matrimonio a Laura O’Callaghan después de haber estado diez años juntos desde la secundaria. Ambos de 24 años, comenzaron a planear una boda que les costaría cerca de 30.000 mil dólares.
Habían ahorrado el dinero y estaban listos para dar el siguiente paso, hasta se habían ido a vivir juntos. Sin embargo, Laura comenzó a comportarse extraña cuando empezó sus estudios de enfermería en la universidad. Tanto que a seis semanas de la fecha especial, canceló todo, bloqueó a Adam de sus redes sociales y huyó.
Adam no entendía nada hasta que un amigo le envió una fotografía de Laura con otra chica, Sinead Keziah. Según declara en Metro UK, habían estado juntas por meses antes de que ella se atreviera a decirle que no se quería casar.
Él se quedó pagando el dinero del matrimonio, ya que ningún servicio le quiso hacer un reembolso, y ella comenzó su nueva vida como pareja de Sinead. Pero la historia no es tan terrible después de todo porque Adam está felizmente emparejado y con un bebé.
