Pero no es todo tan simple.
Quizás recuerden a Mark Cropp, un joven de 19 años que decidió hacerse un enorme tatuaje en su rostro estando borracho. La palabra “DEVAST8” cubre casi la mitad de su cara y nadie quería contratarlo. Sus ruegos por un trabajo aparecieron en varios medios y parece que sirvió, pues ahora estaría trabajando como controlador de tráfico aéreo. Su madre Kelly Doyle le confirmó a Daily Mail Australia que lleva entre 6 y 7 semanas trabajando para una compañía en Hamilton.
“Estoy tan orgullosa de mi hijo por conseguir trabajo y demostrarle a los haters que se equivocaban,” escribió en su Facebook. En la foto, Cropp aparece con su chaleco y con un walkie talkie en sus manos.
Cropp estuvo dos años en prisión por asaltar con un cuchillo a un turista durante un falso trato de narcotráfico.
Gracias a la noticia que se hizo viral, el hombre recibió cientos de ofertas de trabajo e incluso le ofrecieron removerse el tatuaje gratuitamente con laser. El tratamiento duraría 12 sesiones pero estaba preocupado por su piel, por lo que decidió no continuar yendo.
“Ahora es parte de quien soy,” dijo.
Al menos hay personas dispuestas a aceptarlo.