Durante su visita, el científico británico comentó que “ya podía morir tranquilo, porque había conocido uno de los lugares más remotos y más impresionantes del planeta”.
En septiembre de 2010, Stephen Hawking dijo a The Guardian que el momento más emocionante de su carrera fue visitar la Antártica en 1997. “La fuerza aérea chilena llevó a un grupo de físicos teóricos a su base en la Isla Rey Jorge frente a la península antártica. Mi silla de ruedas tenía cadenas para la nieve, pero me llevaron en una moto de nieve”, contó.
El científico británico visitó la Antártica junto a otros físicos del mundo en el marco de un seminario donde se discutieron aspectos fundamentales relacionados con la gravitación y la mecánica cuántica, desde la teoría de los agujeros negros hasta el universo.

La primera parte del seminario se realizó en las antiguas instalaciones del Instituto del Centro de Estudios Científicos en Santiago, en la comuna de Las Condes. La segunda parte se llevó a cabo en un entorno espectacular dos días después: el territorio antártico.
Para lograr el objetivo, la Fuerza Aérea de Chile transportó al grupo a la Base de la Fuerza Aérea Teniente Marsh en la Isla Rey Jorge.


El intendente de esa época, Ricardo Salles, recuerda la visita como la “más importante de su gestión”. Conversando sobre el hecho con el periódico La Prensa Austral, dijo: “Cuando nos enteramos que venía, primero fue una gran sorpresa, por tener en la ciudad a un científico de esta talla. Me tocó la suerte de compartir junto a mi esposa un almuerzo con él en el Hotel Cabo de Hornos y evidentemente, al momento de hablar con él se complicaba por su estado de salud, pero a medida que fuimos entrando en confianza, esto fue desapareciendo”.

En aquella comida, Hawking le mencionó a Salles que visitar la Antártica era “uno de sus grandes sueños era viajar a la Antártica y conocer este territorio tan lejano”. De hecho, manifestó que “ya podía morir tranquilo, porque había conocido uno de los lugares más remotos y más impresionantes del planeta”, según el medio chileno.

Stephen Hawking estuvo cuatro días en la región y pidió uno más para visitar el Parque Nacional Torres del Paine, para luego emprender su regreso el 24 de agosto.