Por Juan David Montes
28 marzo, 2025

Por poco acaba con su vida.

Rocky Uzzell, un ciudadano de 29 años residente de Kettering (Northamptonshire, Inglaterra) ha sido acusado de agredir físicamente a su hija, Isabelle, cuando ella tan sólo tenía un mes de nacida. Las agresiones fueron tan severas que la menor nunca será capaz de hablar ni caminar. Un juez encargado del caso reveló que el acusado culpó a un fantasma de sus acciones.

Uzzell ha sido condenado a ocho años y medio de cárcel.

Katherine Prigmore, esposa de Uzzell y madre de Isabelle, fue acusada como cómplice y recibió una condena de 28 meses.

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Según BBC, durante una audiencia llevada a cabo en el Tribunal Superior, Uzzell dijo que un fantasma había «tomado su cuerpo desde que era un niño» e intentó «deshacerse» de Isabelle.

En la audiencia se determinó que Uzzell había agredido a la bebé al menos en seis ocasiones y que culpar a un fantasma no era más que un truco para protegerse.

Existe evidencia suficiente para culpar a Uzzell de lo ocurrido, así como a Prigmore por mentir para proteger a su esposo.

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Isabelle cumplirá tres años en febrero de este año. Un equipo de paramédicos llamado por Prigmore en marzo de 2014 atendió a la menor, que había sufrido de daño cerebral y otras lesiones en su cuerpo.

De acuerdo con la opinión de especialistas, necesitará una silla de ruedas por el resto de su vida  y tendrá que alimentarse con la ayuda de una sonda.

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