“Si pudiéramos abandonar el prejuicio contra aquellos que viven con obesidad sería un paso en la dirección correcta. A menudo perdemos de vista que son seres humanos con pensamientos, sentimientos, corazones y familias”, comentó Fraser.
Tras varios años alejado de las pantallas, Brendan Fraser volvió con todo junto a la película de Darren Aronofsky, “The Whale”, donde le da vida a Charlie, un profesor gay obeso que intentar recuperar la conexión perdida con su hija, al mismo tiempo que lucha con los estigmas sociales de su condición.
Fraser y Aronofsky querían mostrar al mundo los variados disgustos que sufren las personas con obesidad, pero muchos sintieron que ésta simplemente exponía, de cierta manera, la gran “gordofobia” de sus creadores.

Por esta razón, ambos tuvieron que prácticamente “defender” y explicar más a fondo las decisiones tomadas en la producción del filme y qué intentaban hacer ver al público.
“Si pudiéramos abandonar el prejuicio contra aquellos que viven con obesidad sería un paso en la dirección correcta. A menudo perdemos de vista que son seres humanos con pensamientos y sentimientos, y corazones y familias. Y es una historia que se desarrolla a puertas cerradas”, indicó Brendan en una entrevista con la BBC.

“Ser hirientes unos con otros con lo que decimos causa problemas de salud en la vida real. Y parece que, de manera bastante simple, podemos hacer algo para cambiar eso”, agregó el actor de 54 años, en relación con los trastornos alimenticios que muchas veces nacen producto de los comentarios de otros.
Por otro lado, el filme generó polémica por el uso de un “traje gordo” y de maquillaje especial para hacer ver a Fraser como una persona obesa mórbida, ante lo que Darren manifestó que lo habían hecho para que se viera realista y no como una simple “broma”.

“Una de mis primeras llamadas después de elegir a Brendan fue a mi maquillador, Adrien Morot. Le pregunté: ‘¿Podemos hacer algo que sea realista?’. Porque si va a parecer una broma, entonces no deberíamos hacerlo“, explicó, asegurando que los comentarios de supuesta gordofobia “no tenían sentido”.
Asimismo, señaló que nunca pensó en contratar a un actor con obesidad real, ya que “desde una perspectiva de salud, es prohibitivo. Es un papel imposible de cumplir con una persona real que lidia con esos problemas”.
“Aprendí rápidamente que se necesita alguien increíblemente fuerte dentro de ese cuerpo para ser esa persona. Eso me pareció apropiado, poético y práctico, todo a la vez”, finalizó el director.