Gracias Netflix por aliviar mis domingos de depresión.
En los últimos últimos años, los cines se han llenado de películas de superhéroes y franquicias mega probadas. Los más perjudicados de esto hemos sido los amantes de las comedias románticas. No es que necesitamos verlas en pantalla grande y rodeado de otras personas, pero las necesitamos. Urgente.
No somos pocos los que tienen este sentimiento.
“¿Dónde están todas las ‘rom-coms’? Hay escasez de comedias románticas y eso hace escasez de mi felicidad”, tuiteó Chrissy Teigan, recibiendo más de 23 mil RTs y 146 mil “me gusta”.
La cosa es esa. Que no son muchos quienes van a verlas al cine, porque simplemente no es necesario. Este tipo de películas son para verlas un domingo en la tarde aburrido en la casa… en Netflix.
Como esta empresa nos ha entregado todo estos últimos años, esta vez no fue la excepción y recientemente ha estrenado “Ibiza”, “El stand de los besos” y ahora último “Set It Up”, que es de la cual queremos hablar.
Netflix nos está dando nuestra dosis de comedia romántica a la vena y en su justa medida. No pedimos obras maestras, sino simplemente que sacien nuestra cuota de amor y risas cada cierto tiempo (que si lo pensamos, hacer eso sí es una obra de arte y damos las gracias).
El problema con este género es que hubo un tiempo en que se hacían tantas, que simplemente aceptábamos cualquier basura y la dejábamos pasar. Hasta que desaparecieron masivamente y había que empezar hurgar títulos.
Gracias a “Set It Up”, se elevó la vara nuevamente. Es genuinamente buena.
Está ambientada en un mundo de asistentes de Nueva York que su trabajo consiste en desvivirse por complacer a sus jefes exitosos las 24 horas del día.
Harper (Zoey Deutch) y Charlie (Glen Powell) son dos de ellos. Ella trabaja para una directora de un medio online, mientras que él para un hombre de negocios.
Un día los dos se encuentran en aprietos porque no pueden conseguir la cena para sus jefes, desde ahí empiezan a conocerse e idear un plan para que sus jefes se enamoren (ya que controlan todas sus agendas y quehaceres) y a ellos los dejen más tranquilos.
Lo bueno es que nada amoroso pasa desde un principio, todo gira en torno al amor de sus jefes y en sus planes. Una gran parte de por qué la película es buena es porque los dos actores principales son muy carismáticos y graciosos. Y existe una gigante química entre ellos.
La película no roza muchos clichés (excepto la parte del aeropuerto, pero hasta el mismo guión lo reconoce) y nos tiene sonriendo casi todo el tiempo, que es lo único que exigimos.
El resto del elenco también es fantástico, con Lucy Liu y Taye Diggs como los mandamás, Pete Davidson (actual novio de Ariana Grande) y Meredith Hagner. Los últimos dos tienen roles pequeños, pero que dan justo en clavo.
Lo único que queda decir es gracias Netflix, ojalá puedan seguir la senda de hacer más comedias románticas originales, porque las vamos a ver. Todas.