Por Ignacia Godoy
8 September, 2017

Los primeros dos capítulos serán suficientes para entenderlo.

Hace unas semanas supimos que Netflix lanzaría una comedia con la renombrada actriz Kathy Bates. Nada malo podría salir de ello ya que la artista nos ha mostrado sus mejores facetas gracias a la actuación. Sin embargo, hacerla aparecer en una serie como está quizás podía ser un gran riesgo (como lo fue con ella en “Two and a Half Men” o “The Office”).

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Y así lo fue.

“Disjointed” nos cuenta la historia de Ruth (Kathy Bates), una mujer activista en la causa de la legalización de la marihuana que tiene una tienda en el estado de California en la que vende esta hierba. Con ella, se presentan otros cinco personajes principales que la ayudarán en su negocio.

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Y simplemente, desde el primer episodio de “Disjointed”, nos queda claro que de comedia tiene poco. Las contadas veces que te hace reír, te hacen adelantar varios minutos de los episodios.

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Sus personajes son queribles, pero no son suficiente para que no te aburras mientras ves este show, porque ninguno de ellos destaca realmente. El único que podría ganarse algún elogio, sería Pete, uno de los empleados de la tienda que tiene carisma y simpatía. Pero que es tomado como completamente secundario. 

De hecho, de todos los protagonistas (ayudantes en la tienda de Ruth), Pete es el único al cual no se le muestran problemas personales o historias que nos hagan identificarnos. Solamente esta ahí para alivianarnos la carga.

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Junto con ese detalle, el tema de la marihuana se presenta varias veces como un estereotipo. Se muestra a jóvenes sin prestar atención o adultos que toman malas decisiones debido a que fumaron. Al mismo tiempo, se deja entrever (o más bien se ve en un episodio entero) que la solución a los problemas como el estrés post traumático, son la marihuana.

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Y por último, el punto más importante: probablemente haya que estar drogado para ver este show. Las intervenciones con ilustraciones, mujeres bailando o marcas falsas de hierba entre las escenas del show, solo nos hacen quedar más confundido ante una trama que debiera ser clara (o quizás intenta todo lo contrario).

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Porque al parecer, viéndola sin ninguna sustancia psicotrópica, es una de las peores comedias del 2017.