Siempre supo que quería ser actriz y en sus inicios, sus padres tenían que conducir 6 horas para llevarla a castings. Fue un camino largo para convertirse en una estrella de Netflix con Merlina.
Los inicios de Jenna Ortega fueron, como los de muchos, lleno de sacrificios, esfuerzo y sobre todo de mucha fe en sí misma, por supuesto con la ayuda de sus padres, que la apoyaron en su carrera desde el principio, cuando era solo una niña.
La actriz se inició en el mundo de la actuación desde muy joven, con tan solo seis años ya sabía que quería dedicarse a eso, sin embargo, tuvo que sortear varios obstáculos. Convencer a su familia de que la apoyara en su sueño, entrar a la industria y luego privarse de experiencias de las que hoy se arrepiente, todo en pro de su carrera artística.

Recientemente, le reveló a Wired que sus padres le dijeron que “de ninguna manera” la dejarían intentarlo. Sin embargo, logró convencerlos, luego de presentarle a su mamá un monólogo dramático que la cautivó y que luego subiría en Facebook, algo que le ayudaría a conseguir más tarde su primera audición. Poco tiempo después comenzó a aparecer en comerciales de marcas como Colgate, Old Navy y McDonald’s.
Aclaró que no fue fácil para ella entrar en la industria, pues no tenía contactos con la gente de Hollywood y aunque con su familia vivía en California, tenían que viajar muchas horas para acudir a los castings.

“Se invirtió mucho, mis padres sacrificaron mucho. Sacrifiqué mucho. Fue un esfuerzo de grupo” dijo a The Face y contó que logró muchas cosas gracias a la fe que le tenían ellos, quienes aún no se creen el éxito que logró conseguir su hija. “Siento que no pueden creerlo. No quiere decir que no creyeran en mí, porque obviamente no habrían hecho viajes en coche de seis horas de ida y vuelta, cuatro o cinco veces a la semana, para que yo pudiera ir a Los Ángeles y hacer una audición”, aseveró.
“Mi mamá literalmente me dijo esto ayer: ‘No pensé que ibas a estar aquí’. Lo cual es cierto, no teníamos conexión con Hollywood, fue algo aleatorio” comentó y añadió que “Estoy viviendo de las decisiones de una niña de seis años”.

En una entrevista para Cosmopolitan señaló que debido a su trabajo tuvo que sacrificar su experiencia en la secundaria. La actriz consideró que “es una parte tan importante de la vida que me perdí y desearía haberla tenido”.