El actor estaba filmando cerca del área un proyecto secreto, pero que describió como “MUY especial”.
Hay algunos personajes de películas que se vuelven tan icónicos, que traspasan las barreras de la pantalla. Casi como si estuviéramos hablando de algo sacado de una película de Woody Allen, algunas personas que habitan el mundo de la ficción logran dar el salto a nuestro mundo real, volviéndose seres tan queridos y recordados como los mismos héroes de carne y hueso a los que rendimos tributo. Para recordar a los héroes que liberaron a una nación, o que lucharon por darle voz a los que no la tenían es que levantamos bustos de bronce o estatuas de acero: queremos la imagen y figura de estas personas a nuestro lado.
Algunos personajes de la historia del cine también han recibido este honor, con la estatua de Rocky Balbo en Philadelphia, siendo quizás la más famosa de todas. Miles de personas la visitan todos los días, muchas veces luego de venir de la exhaustiva subida de escaleras que el personaje hizo en la película ganadora del oscar. Entre esas personas que la visitan podemos incluir a los niños de una escuela pública y al mismísimo Sylvester Stallone.
Decimos esto luego de que se esparciera la noticia de que un afortunado grupo de niños de la ciudad, que se encontraban de un paseo fuera de las salas de clases, se cruzarán nada menos que con el hombre que inspiró el hito que estaban visitando. El mismísimo Sylvester, quien protagonizó y escribió Rocky, se encontraba en el área. Cuando notó que una congregación de jóvenes acudía a su estatua, decidió que no sería una mala idea acercarse para sorprenderlos.
De acuerdo a quienes formaron parte del momento, los niños ni sus profesores se encontraban al tanto de la aparición de la estrella. Varias cámaras estaban ocultas en el lugar, por lo que algo se estaba planeando. El mismo Sylvester fue bastante parco al respecto, prefiriendo decir que se trataba de “un proyecto MUY especial”, pero nada más que eso.
Uno de los profesores dijo a CNN, que él de los que creen fervorosamente en la máxima de “nunca conozcas a tus héroes”. Conocer al Rocky de carne y hueso lo hizo dudar de esto: Sylvester fue totalmente amable y considerado, tomándose su tiempo para posar en las fotos de los niños y dejarse grabar por los videos de los profesores.
Todos se fueron de esa fría mañana con una sonrisa en su rostro.