En el día a día, sufrimos pequeños accidentes que nos hacen explotar de rabia, impotencia o incredulidad. Como cuando te compras un coche nuevo, y a los dos días alguien le hace una pequeña pero nada imperceptible raya al estacionarse demasiado cerca…
Generalmente son cosas menores por las que no vale la pena desgastarse, pero muchas veces lo darías todo (o casi) por evitarlas:
1. Cuando se te cae el celular en cualquier superficie dura
2. Pegarse en el codo justo en el nervio
O justo en el dedo pequeño del pie. ¡OUCH!
3. Que el agua de la ducha salga fría en la mañana
O demasiado caliente…
4. Pisar un lugar mojado con calcetines
Esa terrible sensación…
5. Que se te caiga el pan siempre por el lado de la mantequilla
6. Tomar la taza de café y derramarlo en la ropa (y además quemarte)
¡Todo mal! A escoger ropa limpia.
7. Que el autobús no se detenga justo cuando vas atrasado
8. Que se te queden las luces prendidas y se te acabe la batería del coche
Además no sabes como usar esos extraños cables que traes en la maleta.
9. Salir de la casa sin el abrigo suficiente
10. Estacionarse y raspar el parachoque delantero con el tope de hormigón
¡Un golpe más a la cuenta!
11. Tener un correo electrónico escrito a medias y enviarlo por error
12. O pasar ese maldito lomo de toro y que el coche tope por abajo
Mirar si alguien te vio y actuar como si no pasara nada.
13. Salir con paraguas y olvidarlo a la vuelta
14. Tener monedas en el bolsillo y nunca encontrarlas en el momento necesario
Y los segundos que pasas tocando todo tu pantalón parecen horas…
15. Estacionarse en un lugar público y que otro auto golpee el tuyo al abrir la puerta
