Una cosa está clara: a los amigos los elegimos por algo. Una vez alguien me dijo que los amigos eran como los hermanos, solo que escogidos, no impuestos, y la verdad es que estoy totalmente de acuerdo. Mi mejor amigo es como mi hermanito pequeño, solo que nadie me obligó a quererlo (con cariño, hermano). Y claro, el nivel de intimidad va creciendo con los años: llega un punto en que, tras años y años de amistad, ya no te importa mostrarle tu peor faceta ni revelarle tus secretos más ocultos.
Los amigos te cambian la cara, y por eso es que vale la pena mantenerlos cerca:
1. Usar un código secreto para hablar mal de la persona que está a solo dos paso
2. Sentarte a su lado a conversar cuando ellos intentan concentrarse y trabajar en un proyecto
3. Ser absolutamente odioso a veces
4. Contarles tu fantasía más alocada como si fuera una cosa completamente común
5. Discutir sobre chicas, chicos, perros, tortugas, zombies, doncellas…
¡Y que nunca se acabe el tema de conversación!
6. Abrazarlos y besarlos para irritarlos mientras están haciendo algo importante
7. Cantar con la peor voz y lograr que canten contigo
8. Siempre estar ahí para ellos
9. Comer de sus platos cuando terminas el tuyo
10. Bailar como locos en ocasiones alegres
11. Sacarse selfies de todo tipo
12. Tener sesiones de conversaciones emocionales sobre la vida y el futuro
13. No tener secretos
14. Sentarse a “hacer nada juntos” y aún así pasarlo bien
15. Hacerse bromas pesadas (pero con cariño)
16. Darse sólo una mirada y que esté todo está claro
¡Se entienden a la perfección!
17. Decir siempre la verdad, aunque duela
18. Y sobre todo, contarse todo
Ellos siempre te sacarán una sonrisa, y en momentos críticos sabrán qué decir…