Creo que es la historia más tierna que existe en el universo.
Tenemos claro que los animales para la mayoría de nosotros, son más que nuestras mascotas. A veces nos dan todo el amor que nunca tuvimos o son los amigos que siempre quisimos tener. Nos escuchan, nos dan amor y son la copia viva de que existen seres vivos más buenos que el mismo Dios. Y esos son los animales.
Ahora, aclaremos que los perros son una raza superiormente noble y cariñosa. Y este abuelo de 93 años lo tiene muy claro, sobre todo cuando obtuvo a su pequeña perrita Lola. Una chihuahua que además de darle toda la compañía que necesitaba, es lo más tierno que existe en este mundo. Solo miren su lengua saliendo de su boca, es adorable.
Pero lamentablemente para Roger LeClair sus años con su diminuta amiga se terminaron cuando la perdió de vista justo el día después de las elecciones en Estados Unidos. Lola había salido al patio trasero y nunca más volvió. Un niño que estaba volviendo de la escuela le dijo a LeClair que una mujer se había llevado al perro al veterinario, pero LeClair estaba seguro que no tenía nada de enfermo.
Se le rompió el corazón he hizo todo lo posible para volver a encontrar a su amiga Lola. Hasta que un día una chica estaba caminando por un plaza y vio a la famosa chihuahua. No dudó en contactarse con LeClair y devolverle su más preciada amiga.