El anciano de 83 años, oriundo de Antioquia (Colombia), se había hecho viral por la poca suerte que había tenido con su cosecha, habiendo vendido prácticamente nada. Afortunadamente, las redes sociales activaron su poder mágico y la suerte de este abuelo cambió tanto que tuvo que celebrar con un par de pasitos.
Probablemente todos conocemos esa sensación de emoción incontrolable, en la cual no podemos evitar las sonrisas y el desborde de energía. La felicidad extrema es un sentimiento muy potente y contagioso, y sobre todo la que vivió este anciano colombiano.
El hombre, de 83 años y oriundo de Carmen de Viboral (Departamento de Antioquia), se había hecho viral en las redes sociales después de que circulara una foto de él mismo lamentándose por no haber vendido todas las papas que cosecha en su campo.
El anciano aparece sentado en el peldaño de la entrada de una casa, con unas cuantas bolsas de papas llenas de producto. La foto, en tanto, fue compartida por Andrés Guerrero en Twitter, quien pidió a sus seguidores “si conocen a alguien cerca que le pueda comprar, por favor”.
Ahí fue cuando el poder de las redes sociales hizo su magia: el caso del anciano se viralizó y masificó en la comunidad local, llegando a las personas indicadas.
Resulta que muchos vecinos hicieron eco de la pena de este anciano y acudieron ese mismo día en masa a comprarle todo su stock disponible, una tremenda ayuda en momentos complicados a nivel político y económico para el país.
Y el hombre lo agradeció, claramente: poco después de que se conociera la noticia de que había vendido todo, el mismo tuitero de antes publicó un nuevo video del anciano haciendo un entusiasta baile a modo de celebración.
