Por Luis Aranguren
14 June, 2021

Se le salió una lágrima al ver que vendió todo. Era de noche y el señor de 80 años de edad que es vendedor ambulante, aún seguía trabajando.

Aunque a muchos nos duela, la economía de muchos países obliga a niños y ancianos a trabajar sin importar su condición. Para estos lugares empobrecidos, no hay más opción que darle duro, para llevar algo de dinero y alimentos al hogar.

Muchos quisiéramos que los ancianos, por ejemplo, descansaran en sus hogares tras haber trabajado y servido a sus comunidades a lo largo de sus vidas.

Facebook / Ana Vasquez

Y por si eso fuera poco, por su edad consiguen trabajos mal pagados o se ven en la obligación de ser vendedores ambulantes, expuestos al clima y al peligro que representa estar en las calles. Fue esto precisamente lo que conmovió a Ana Vasquez, cuando vio en altar horas de la noche a un señor vendiendo barquillos.

Específicamente en las calles de San Salvador de Jujuy, Argentina, ella vio a aquel hombre con una mirada cansada trabajando. Fue entonces cuando le compró dos barquillos que serían para ella, y a la vez mantenían una jovial conversación.

Mientras le servía el dulce, Ana Vasquez le preguntó si ya se iba a su casa, a lo que el anciano le respondió que no. Tenía que seguir vendiendo.

Para quienes no saben, en Argentina por esta temporada las temperaturas bajan, es invierno y trabajar en las calles a altas horas de la noche es duro por el frío. Pensando en eso y en aquel hombre trabajador, Ana Vasquez decidió comprarle todas las bolsas que le quedaban, para que pudiese ir a casa.

El señor de quien no sabemos el nombre se conmovió, y en la publicación de Facebook Ana contó que “dijo gracias y se le estaba saliendo una lágrima”.

Ella intentando mantener la compostura ante el conmovedor momento, le dijo que ya era tarde y debía descansar, que aprovechara que no tenía más para vender. Lo mejor de todo es que también comentó que esos barquillos son muy deliciosos, por lo que invitó a quienes lo vieran a comprar.

Facebook / Ana Vasquez

Su intención fue darle promoción y mostrarle a todos que este señor hace un gran trabajo, que vende productos de buena calidad y sin importar el frío. Además, con cada compra están ayudando a un anciano a llevar el sustento a su hogar y a darle tranquilidad a su familia.

Sería genial que en verdad pudiesen descansar, pero entendemos que la situación los obliga a eso. Es admirable que se esfuerce tanto a pesar de todo.