Hora de tener en cuenta los excesos del fin de semana.
Internet está lleno de personas que prueban diferentes dietas o desafíos en áreas de nutrición para contarnos qué es lo que le sucede a sus cuerpos. Nosotros hemos experimentado tanto con dietas como con recetas y sabemos que el proceso de realizar este tipo de artículos es interesante. En este caso, nos encontramos con el editor de Bright Side quien decidió investigar de forma empírica qué sucedería con su cuerpo si bebía cerveza a menudo.
Su definición de a menudo era la siguiente: cerca de un litro 5 a 6 veces por semana durante un mes.
Así se veía al comenzar el experimento:
El chico dejó en claro desde el comienzo que no tenía muchos malos hábitos. Solía ejercitar por las mañanas y bebía alcohol sólo en ocasiones súper especiales. Así fue como todo cambió en sólo cuatro semanas:
1. Semana uno: dolores de cabeza
Después de un par de días bebiendo con frecuencia, este joven comenzó a experimentar dolores de cabeza frecuentes. Esto se debe, posiblemente, a un estado constante de deshidratación:
“Al comparar las fotos noté que mi rostro estaba un poco hinchado y que tenía ojeras bajo mis ojos”.
2. Semana dos: irse a dormir y levantarse por la mañana se convirtió en algo muy difícil
Si bien antes del experimento no le tomaba mucho tiempo irse a dormir, al comenzar a beber este joven notó que le costaba al menos 40 minutos dormirse y mucha fuerza de voluntad y dolor lograr levantarse por las mañanas.
“Lo peor era que ahora me costaba cerca de una hora de esfuerzos (y una taza de café muy fuerte) lograr realmente despertar y comenzar mi día de trabajo”.
3. Semana tres: su humor empeoró y su capacidad de concentración disminuyó
Antes del experimento este chico lograba trabajar entre tres a cuatro horas sin interrupciones. Al comenzar a beber cerveza todos los días notó que no lograba trabajar más de dos horas sin que su foco de concentración se fuera a otro lugar:
“Sentía la necesidad de relajarme al final de cada hora. No paraba de mirar mi reloj, esperando que el día de trabajo terminara”.
4. Semana 4: su estado físico empeoró notablemente y ganó pesó
Tal como mencionábamos al comienzo, este chico solía ejercitar todas las mañanas y nunca dejó de hacerlo, ni siquiera mientras bebía grandes cantidades de cerveza. En su caso, solía correr casi 6 kilómetros en 36 minutos. Para fin de mes ni siquiera lograba llegar a los 5 kilómetros en 33 minutos y su ritmo cardíaco también había empeorado.
Con lo anterior pasó lo inevitable: gano peso y aunque seguía viéndose delgado, la definición muscular desapareció:
Claramente, lo anterior no es sorprendente, sin embargo, ver las imágenes y el cambio es potente. Creo que todo puede ser consumido con moderación (excepto sustancias ilícitas, eso está más que claro) y si bien este chico dividió su consumo en 5 a 6 días, hay que ser honestos y admitir que hay personas que deben beber todo lo que el bebía en la semana en un solo fin de semana.
Hora de moderarse.
¿Qué te pareció su experimento?
