La mujer explicó que tras quedar embarazada, se separó de su pareja y se fue a vivir con una amiga. Al tener dificultad para conseguir trabajo debido a su situación, optó por conseguir sustento alimenticio a través de las citas con diversos hombres.
Pasar por una mala situación financiera hace que las personas se vean enfrentadas con una realidad desafiante en la que los recursos escasean y cuesta mucho cubrir las necesidades básicas. La búsqueda por conseguir sustento puede llevar a tomar decisiones extremas o a involucrarse en actividades cuestionables.
Esto puede incluso ir más lejos cuando otros dependen de ese individuo. Por ejemplo, una joven que estando embarazada se separó de su pareja y al no poder conseguir trabajo o una fuente de ingreso estable, optó por usar Tinder para obtener comida gratis a través de las citas con otros chicos.
Dayana Araujo confesó su anécdota en TikTok, donde ha recibido más de 300.000 visualizaciones. En este, la chica de nacionalidad venezolana dijo que esto ocurrió cuando tenía 24 años. “En ese momento yo me dejé de mi expareja y realmente pues no tenía un trabajo y vivía con una amiga. Yo vivía con él, pero a raíz de todos los problemas que tuvimos pues cada quien por su lado”, explicó.
Detalló que su amiga compartía con ella una situación similar, por lo que solo les alcanzaba para pagar el alquiler de la habitación donde vivían. Fue aquí donde se les ocurrió la “brillante idea” y descargaron Tinder. “Lo descargamos solamente con el fin de encontrarnos con la persona y que nos digan, ¿qué quieres hacer? Y nosotros decimos, eh, no sé si quiere que vayamos a cenar o almorzar”, sumó.
Comentó que previo a esto buscaba trabajo, pero debido a su posición como migrante le costaba mucho: “Soy venezolana, nos discriminan solamente por el acento. Yo estaba con el embarazo y realmente me estaba pegando mucho”.
Señaló que la estrategia consistía en que ambas asistían a sus citas acompañadas, “porque uno nunca sabe un degenerado, un depravado”. Aseguró que llegó a salir con al menos 10 personas, pero que con ninguna llegó a tener nada en concreto: “Nada amoroso, simplemente iba a lo que iba, que era comer”.
Finalmente relató que tuvieron un encuentro con un cirujano que venía de India y que estaba de paso por Medellín. Las llevó al hotel donde se hospedaba y luego por supuesto a comer. Tras terminar la cita, el sujeto les regaló 230 dólares.
“Para mí era muchísimo. O sea, imagínense, yo estaba pasando por un mal momento y dije, ‘Dios mío, ese eres tú’. Estaba super agradecida, super feliz”, añadió.
Para concluir, aseveró que usó ese dinero para regresar a Venezuela, ya que sentía que en Colombia no la estaba pasando tan bien: “En Medellín no estoy haciendo absolutamente nada, no estoy trabajando, simplemente estoy siendo un estorbo para este país”, finalizó.