El autor principal de esta herramienta, Paul Brunton, asegura que es eficaz y asequible para combatir la obesidad. Gracias al candado, la dieta debe ser solo líquida y no puedes abrir la boca más de dos milímetros.
Cuando se trata del terreno de las dietas y perder peso, mucho se ha incursionado en torno a esto. Desde fajas modeladoras, quemadores de grasas, dietas de todos los tipos e incluso, intervenciones quirúrgicas, es lo que acostumbramos a ver en internet al momento de querer bajar de peso. Sin embargo, el último invento ha revolucionado este mundo de adelgazar.
Se trata de un innovador dispositivo que consiste en poner una especie de candado en los dientes y así, evitar la ingesta de comida sólida. A pesar de que ha causado controversia, su creador, lo defiende como un método “seguro”.

Los investigadores y creadores de este dispositivo vienen de la Universidad de Otago y Reino Unido, quienes aclaran que este aparato es único en su tipo y es el primero de muchos en diseñarse para el área de la salud.
Su nombre es Dental Slim Diet Control y según se explica, un dentista debe poner el aparato en los dientes traseros superiores e inferiores. Una vez cerrado el “candado”, solo permite que la boca se abra hasta dos milímetros y por ello, solo puedes optar por una dieta líquida.

El profesor a cargo de la investigación, Paul Brunton, por supuesto, es fiel defensor de este dispositivo y a aclarado mitos a este aparato, que si bien luce aterrador, dice ser eficaz para combatir la obesidad.
“La principal barrera para las personas para una pérdida de peso exitosa es el cumplimiento y esto les ayuda a establecer nuevos hábitos, permitiéndoles cumplir con una dieta baja en calorías por un período determinado”, aclaró Brunton.

Por otro lado, también indicó que este dispositivo es una “herramienta eficaz, segura y asequible” en la lucha contra la obesidad y que no expone la salud ya que se puede mantener una dieta líquida sin perder nutrientes.
De hecho, los participantes a probar en dispositivo perdieron 6.3 kilos en dos semanas y se mantuvieron dispuestos a mantener la dieta hasta completar una mayor pérdida de peso, demostrando que no suena tan extremista como parece.
“Es una alternativa no invasiva, reversible, económica y atractiva a los procedimientos quirúrgicos. El hecho es que no hay consecuencias adversas con este dispositivo”, explicó Bruton al respecto.