Un grupo de 20 personas reservó una mesa y nunca llegaron a la cita. Sin embargo, dos horas más tarde hicieron su aparición y exigieron su mesa de vuelta. “Así no son las cosas”, dijo la mesera.

Trabajar en atención al público no es una tarea fácil, pues siempre surgen una serie de conflictos que pueden terminar en un dolor de cabeza para el empleado, como también para el cliente.

Así le ocurrió a una mesera llamada Kellie, la que se ha vuelto viral en las últimas horas por exponer a un grupo de clientes que llegaron dos horas tarde a su reserva y aún esperaban la mesa. 

Según explicó la mujer, llamada en TikTok como @ambryrae, el grupo de 20 personas había una reserva a las 6 de la tarde para cenar en el restaurante, donde la política del lugar es esperar máximo 15 minutos después de la reserva y sino, se usará la mesa. 

Sin embargo, a pesar de su tardanza, el restaurante se intentó comunicar con la persona de la reserva, pues se trataba de una mesa grande: “No queremos que 20 personas se presenten y no tener mesa para ellos”. 

Sin embargo, dado las 6:25, la mesera y la anfitriona decidieron dar por cancelada la reserva y usar la mesa para otros comensales. Pero, dos horas más tarde, llegó el gran grupo preguntando por su reservación.

El cliente le dice a Kellie que su reserva era para las 8 en punto, a lo que ella responde que tenía otra reserva con ese nombre pero para un horario diferente que estaba reservada en línea. Sin embargo, el invitado insiste en que no era la misma persona a la que se refería Kellie.

TikTok @ambryrae

Aunque Kellie estaba bastante segura de que la mujer, que ahora estaba enfadada en el restaurante, era la misma persona que hizo la reserva de las 6:00, confirmó el número de teléfono y la dirección de correo electrónico de la mujer y, efectivamente, coincidió con el mismo en la reserva de las 6:00 p. m.

A pesar de que Kellie le trató de explicar la situación, la mujer se enfadó aún más y le dijo: ” ¿Cuál era el punto de que yo hiciera una reserva si ustedes no van a reservar mi mesa?”.

A pesar de las explicaciones, el esposo de la mujer fue a hablar con el gerente, quien le dijo que se trata de un lugar público, y por lo tanto, pueden disponer de las mesas si los clientes no llegan a sus reservas. 

Pese a todos los problemas, el gerente les sugirió que si querían cenar ahí de todos modos, podrían esperar unos 50 minutos para que se desocupe una mesa. 

Una vez que pasaron los 50 minutos, el cliente se acerca a Kellie y le exige saber por qué ha tardado tanto, y el gerente explica que debido a que son 20, eso requiere un poco más de planificación porque todos quieren sentarse juntos en la misma mesa. A lo que el hombre responde que serán 13 personas y no 20, facilitando las cosas. 

Luego, aproximadamente una hora después de su comida, las 7 personas restantes en la fiesta deciden presentarse. Entonces, la mujer que hizo la reserva exige que el resto del grupo se siente con ellos, a lo que el restaurante se niega pese a las insistencias.

Finalmente, cuando Kellie les entrega la cuenta, el hombre pidió descuento porque el restaurante “se equivocó” con su mesa, a lo que el gerente respondió que no harían eso.