La famosa y controvertida obra del artista italiano Maurizio Cattelan, volvió a ser noticia al ser engullida por un espectador, algo que fue aplaudido por muchos que opinan que es un alimento, debe ser comido y no expuesto como si fuera ‘arte’.
El arte que se realiza actualmente ha generado diversas críticas por parte de la sociedad, sobre todo cuando este es comparado con obras clásicas, siendo juzgadas por lo que se considera realmente arte y definiendo el valor que poseen. Un ejemplo de esta controversia es el artista italiano Maurizio Cattelan, conocido por su estilo provocador y subversivo.
Sus obras han sido objeto de debate, ya que algunos consideran que es un genio y visionario, mientras que otros lo juzgan por aparentemente tener falta de originalidad y ser muy banal en su trabajo. Una de sus piezas más famosas, ‘El comediante’ ha sido bastante mencionada, pues consiste en un simple plátano pegado a la pared con cinta adhesiva. A pesar de su simplicidad, está valorado en alrededor de 120.000 dólares.
Esta última volvió a estar en las noticias nuevamente, ahora gracias a un video que se hizo viral hace poco, donde una de las personas que asistió a la exposición en Corea del Sur donde, se encontraba, decidió arbitrariamente despegar la fruta del muro, pelarla, comerla y luego devolver la cáscara casi vacía a su lugar.
Según CNN, se trataba de un estudiante de Arte de la Universidad Nacional de Seúl, que al asistir al Museo de Arte Leeum en la capital surcoreana, quiso devorar la ‘obra de arte’. Un portavoz del establecimiento señaló que: “El estudiante le dijo al museo que se lo comió porque tenía hambre”.
Posteriormente, luego de que el joven devolviera lo que quedaba del alimento, el museo reemplazó la cáscara con un plátano fresco. “Sucedió de repente, por lo que no se tomaron medidas especiales. El artista fue informado del incidente, pero no tuvo ninguna reacción”, agregó el portavoz. Esta además se intercambia regularmente, cada dos o tres días.
Esta no fue la primera vez que ocurre, ya que en 2019 alguien hizo lo mismo, engullendo la famosa banana y asegurando que “estaba muy sabrosa”.
Este hecho llamó mucho la atención, más aún cuando se informó que en esta misma edición, celebrada en el Art Basel Miami Beach, había sido vendida por 120.000 dólares.