“Me puse en la mejor forma de mi vida. Puedes ser grande, fuerte y ‘masculino’ y estar sano y en forma, ya no tenemos que comer animales. La gente dice que la carne te hace ‘varonil’. No creo que lo haga”, comentó Paul Kerton.
En los últimos años, ha habido un aumento significativo en la popularidad de las dietas basadas en plantas y en el veganismo en general. Muchas personas han comenzado a adoptar estas dietas por razones éticas, medioambientales y de salud.
Sin embargo, todavía hay quienes creen que la carne es necesaria para una dieta equilibrada, especialmente para los hombres que desean ser físicamente fuertes. Paul Kerton, un famoso fisicoculturista vegano, ha desafiado esta creencia al afirmar que este tipo de alimentos no necesariamente hace a los hombres más “varoniles”.
Kerton solía comer alrededor de 500 gramos de proteína animal todos los días para hacer crecer sus músculos, el equivalente a cuatro pechugas de pollo. No obstante, hace ya varios años decidió dejarlo todo para apoyar el nuevo estilo de vida que su pareja tendría, ya que sufría de una grave enfermedad autoinmune.
“Me siento increíble ahora. Me puse en la mejor forma de mi vida. Puedes ser grande, fuerte y ‘masculino’ y estar sano y en forma, ya no tenemos que comer animales. No quería ser la causa de mi propia muerte. Es un código de trucos para perder grasa. Rápidamente perdí el gusto por [la carne]”, comentó a LadBible.
“La gente dice que la carne te hace ‘varonil’. No creo que lo haga. Tuvimos que comer animales para sobrevivir. Ahora no lo hacemos”, agregó, afirmando que esta había sido “la mejor decisión de su vida”.
El hombre inglés de 49 años, quien es un defensor de la dieta basada en plantas y un apasionado del culturismo, ha demostrado que es posible ser grande y fuerte sin carne. Así ha logrado un impresionante físico gracias a la dieta que incluye gran cantidad de alimentos integrales, proteínas vegetales, verduras, frutos secos y semillas.
“Hay un estereotipo del ‘vegano enojado’. Tengo compasión por las personas, pero una vez que ves por lo que pasan los animales para terminar en tus platos, duele. No puedo creer que fui cómplice”, finalizó.