Por Luis Vargas
10 May, 2023

El joven le dio a la anciana alrededor de 200 dólares que recaudó con otros videos y fotografiando gente en la calle. La abuelita comentó, además, que tiene más de 7 años trabajando como vendedora ambulante.

Es fundamental que en nuestra sociedad se reconozca y valore el trabajo que realizan todas las personas, sin que exista discriminación de ningún tipo, ya sea por género, raza, posición social o edad. En este último aspecto es imprescindible destacar el esfuerzo que hacen los adultos mayores por mantener a sus familias.

Muchos de estos ancianos trabajan en las calles, demostrando día a día una gran dedicación y determinación que tienen por ganarse la vida. A pesar de las dificultades y limitaciones propias de su edad, persisten en su labor diaria, mostrando ser resilientes y disciplinados.

Instagram: sebasmorenooo

Es así como recientemente un influencer destacó en redes sociales, por reconocer la dignidad y perseverancia de una adorable abuelita, que trabaja vendiendo bebidas en la calle. El también fotógrafo le hizo una sesión y además la apoyó regalándole alrededor de 200 dólares.

A través de un video publicado en Instagram, donde recibió alrededor de 300.000 reproducciones, el usuario Sebastian Moreno, de Colombia, mostró cómo se acercó ella y le preguntó si podía tomarle unas fotos: “Hermosa la señora, preciosa, muy bonita. Recaudamos y le daremos 1 millón de pesos si nos acepta las fotos”.

Instagram: sebasmorenooo

Charlando con ella, se enteró que se llama Mariana y que tiene 7 años como vendedora ambulante, también de que hace 4 que su esposo lamentablemente falleció. Aunado a eso, tiene 6 hijas y 15 nietos.

“Nosotros salimos a las calles de Bogotá a que la gente nos diga cuánto nos paga por una foto. El dinero recaudado se lo damos a una persona. El día de hoy para su merced son 1 millón de pesos”, dijo él y ella muy agradecida alcanzó a darle un abrazo al joven.

La publicación alcanzó a ganar 41.000 me gusta y recibió cerca de 1.300 comentarios, muchos conmovidos por el acto del sujeto y la situación de la doñita.

“El mundo necesita más personas como Sebas”, escribió alguien. “Yo no diría que hicieron feliz a doña Mariana. Yo diría que doña Mariana nos hizo felices a todos. Hay más alegría en dar que en recibir”, comentó otra persona. “6 hijas, 15 nietos y ella aún trabajando en esas condiciones. No me corresponde juzgar pero no puedo comprender cómo esto es posible”, cuestionó un tercero.