Una chica tiene que comer.
Terminó la séptima temporada de Juego de Tronos y para conmemorar el episodio de la temporada final decidí hacer el postre favorito de Sansa Stark, perteneciente a nuestra familia favorita de Westeros, y después de lo ocurrido en el episodio final Sansa definitivamente debería estar celebrando con su dulce preferido: el pastel de limón.
Entonces decidí esta semana hacer mi usual receta de un chef famoso (en este caso es de Jamie Oliver) quien también es fan de la serie y decidió compartir unas recetas inspiradas en ella. Cuando vi que publicó una receta para los famosos pasteles de limón que tantas veces nombro Sansa en las primeras temporadas, me decidí intentar hacerlo para probar un poco de La Cocina imaginaria de Westeros.
Además los ingredientes son súper fáciles de encontrar:
– 300 g de margarina o mantequilla.
– 300 g de harina.
– 300 g de azúcar.
– 4 huevos grandes.
– 3 limones.
– 2 naranjas.
– 2 cucharaditas de levadura en polvo.
– 100 g de azúcar glas.
En esta parte presta atención porque al igual que Westeros es un poco más complicado de lo que parece.
Como todo pastel precalenté el horno a 180 º C y engrase con mantequilla los moldes que iba a usar. En un bol coloque la mantequilla con el azúcar y la batí por 5 minutos, como recomendó Oliver, debe quedar una mezcla cremosa. Agregué los 4 huevos, la ralladura de dos limones y una naranja y seguí mezclando con la batidora.
Finalmente agregué la harina y la levadura en polvo, previamente tamizadas. Batí unos minutos más hasta que todo estaba combinado.
Coloqué en el molde (yo decidí repartir la mezcla en una bandeja de muffins y en otra de pastel) y después las metí en el horno por 25 minutos.
Hasta ahora todo bien, es una receta sencilla realmente pero tiene muchos detalles. Así que no te preocupes, no tiene que quedar perfecto, ciertamente a mi no me quedó.
Cuando la saque del horno se cocinó más la parte de abajo que la de arriba, no se quemó pero no se cocinó uniformemente. Estaba un poco desanimada cuando vi que pasó esto pero igual decidí probar y me quedé sorprendida por la textura primero y luego por el sabor. Entendí ya porque Sansa encontró consuelo en este maravilloso dulce en su tiempo con Joffrey.
La textura era muy suave y el sabor a limón no era abrumador, por lo que era simplemente perfecto. Ojalá hubiera quedado tan bonito como sabía pero en la vida no todo es perfecto y si alguien sabe de eso es nuestra heroína Stark, ojalá no se hubiera casado con Ramsay Bolton, pero así es Westeros y así es la vida.
Así que si son tan fan como yo, que preparé el postre preferido de uno de los miembros de mi familia favorita de esta serie, para disfrutar del capítulo final y un poco como Sansa en su tiempo en Kings Landing para evadir la triste realidad que al parecer tendremos que esperar hasta 2019 para los episodios finales, intenten preparar el pastel de limón predilecto de Sansa, les aseguró los hará sentir mejor.