“Ni siquiera había almorzado todavía”, dijo el cliente en una playa de Brasil, quien se percató que el chico es una persona humilde que se esfuerza a diario para llevar dinero a casa.

Muchas veces cuando vamos a restaurantes o sitios para comer, ignoramos quienes nos están atendiendo y sus historias detrás de su trabajo. Por eso, esta emotiva escena nos recuerda que siempre debemos mirar más allá.

A través de un video, se puede como un cliente invitó a un vendedor ambulante a sentarse a la mesa con él y compartir la comida en la playa. 

Este chico es un vendedor de acarajé, un plato típico de la cultura brasileña, sobre todo del norte del país, que consiste en una masa frita de frijoles y camarones, que es muy vendido en las playas.

Por esa razón, el hombre pidió una porción a este chico, y al ver su situación, pronto lo invitó a sentarse junto a él y compartir de un plato de comida juntos. 

Instagram @nathalialiborio

Los dos se sentaron juntos a la mesa y empezaron a hablar mientras disfrutaban de los acarajés. Fue entonces cuando el padre de Nathalia se enteró de que el niño, de nombre Alisson, ni siquiera había almorzado todavía .

El cliente se percató visiblemente de que el vendedor era una persona humilde y que se esforzaba día a día para garantizar su sustento. 

Pero no solo lo invitó a comer, sino que el hombre le dio dinero extra para comprarse un par de zapatillas que necesitaba para estudiar. 

Una lección de empatía, solidaridad y preocuparnos de quienes nos atienden. Cada persona es un mundo y podríamos cambiarlo con simples gestos.