Rebecca quedó muy molesta porque sus comidas carecían de calidad nutricional y tampoco cumplían con sus restricciones alimentarias, por lo que muchas veces le daban productos no aptos como leche de vaca, queso y gelatina.
En el mundo actual, cada vez más personas están adoptando estilos de vida vegetarianos y veganos debido a preocupaciones éticas, medioambientales y de salud. Sin embargo, la historia de Rebecca Walker, una joven vegana de 23 años, revela los desafíos que pueden enfrentar aquellos que siguen esta dieta, especialmente cuando se encuentran fuera de casa.
La joven se fracturó el tobillo cuando se encontraba realizando un sendero, por lo que tuvo que ser trasladada de emergencia al Hospital de Rotorua, en Nueva Zelanda. Ya de por sí la situación era bastante dolorosa, pero como si eso fuera poco, se enfrentó a una experiencia frustrante y desalentadora debido a la falta de opciones alimenticias adecuadas para su dieta.
Rebecca expresó su malestar al descubrir que las comidas que se le ofrecían en el hospital carecían de calidad nutricional y no cumplían con sus necesidades dietéticas veganas. Durante su tiempo de hospitalización, se sintió hambrienta y frustrada al no recibir alimentos que le proporcionaran la proteína necesaria y una nutrición adecuada.
Sus comidas variaron entre manzanas, jugo, cereales sin leche, garbanzos, verduras salteadas con arroz y un “triste sándwich” que tenía apenas una rodaja de tomate, una de pepino y algunas hojas verdes sobre pan con algo de mantequilla.
“Tengo hambre y estoy frustrada. Entiendo que [como] parte de la recuperación, necesitas comidas nutricionalmente balanceadas. Y los platos que tienen una gran proporción [de] carbohidratos y no muchas otras cosas probablemente no sean las mejores opciones para que las personas mejoren”, comentó al NZ Herald.
Según ella, las opciones ofrecidas por el personal del hospital eran “inútiles”, ya que no eran veganas y tampoco contenían los elementos esenciales para una comida equilibrada. Además, era “decepcionante” descubrir que el personal no estaba familiarizado con las diferencias entre una dieta vegana, vegetariana y sin gluten.
Esta falta de conocimiento resultó en la entrega de alimentos no aptos para su dieta como leche de vaca, queso y gelatina, que son derivados de animales y, por lo tanto, inaceptables para alguien como ella. Caso que destaca la importancia de una mayor educación y sensibilización con respecto a las necesidades específicas de los veganos.
